Gracias a una investigación liderada por Fedegán-FNG y con el apoyo del Cipav y el Sena, los ganaderos del país conocieron mejor qué plantar en sus predios y qué alimentos suministrarles a sus reses.
Desde el segundo semestre del año 2009, la Fundación Centro para la Investigación en Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria, Cipav, la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, y el Fondo Nacional del Ganado, FNG, desarrollaron una investigación para conocer los beneficios de los Bancos Mixtos de Forraje, BMF, en los predios bovinos del país.
En ese entonces se establecieron más de 90 hectáreas de estos Bancos Mixtos en 20 regiones ganaderas de Colombia, gracias a los cuales los productores vacunos conocieron la adaptación de protocolos para la siembra y el manejo de plantas forrajeras en diferentes condiciones agroecológicas, como una estrategia para enfrentar el déficit de forrajes de calidad durante épocas críticas, ya sea por sequía o por inundaciones. (Lea: Informe: Bancos Mixtos de Forraje una respuesta a la ganadería sostenible)
Héctor Mauricio Durán Muriel, profesional de la Coordinación de Investigación y Desarrollo de Fedegán.-FNG, explicó que los resultados de este trabajo, que también contó con aportes por parte del Servicio Nacional de Aprendizaje, Sena, elevaron la competitividad de pequeños ganaderos.
“Este modelo agroforestal, específicamente es un tipo sistema silvopastoril intensivo, caracterizado por manejar altas densidades de siembra, traducido esto en alta producción de biomasa forrajera de excelente calidad nutricional para alimentación animal”, añade Durán Muriel.
Este tipo de modelos, como lo informó el funcionario del gremio bovino, se constituyen de árboles y plantas arbustivas como nacedero, bore, botón de oro, tilo, yuca, matarratón, leucaena, guásimo, ramio, sauco, entre otras. (Lea: Bancos mixtos de forraje, tema central en día de campo en Cauca)
“Las especies usadas tienen un alto valor proteico, en asociación con plantas forrajeras que tienen un alto aporte energético. Cabe destacar que el área donde los Bancos Mixtos de Forraje se establecen, están entre el 1% y el 5% de cada predio”, reseñó Héctor Mauricio Durán.
¿Cómo se hace un BMF?
De acuerdo con el gremio cúpula de la ganadería en el país, para construir un Banco Mixto de Forraje se debe tener en cuenta el tipo de suelo, el nivel freático, la fertilidad y clima, junto con las preferencias que tengan los productores vacunos para seleccionar las especies forrajeras y los aspectos logísticos.
Juan Armando Sinisterra Reyes, administrador agropecuario del Cipav, dijo en su momento que para garantizar el establecimiento de los BMF durante la realización del proyecto se llevó a cabo una selección de sitios en cada finca con base en diferentes características de los mismos. (Lea: ‘Días de Campo’ de bancos mixtos y parcelas demostrativas en el Caribe)
“Se tuvo en cuenta la cercanía a viviendas y corrales, la protección adecuada con cercas, los suelos bien drenados, la proximidad a fuentes de agua, el acceso a fuentes locales de materia orgánica y la disponibilidad de personal para el cuidado de los viveros”, señaló Sinisterra Reyes.
El proyecto, que fue apoyado por los diferentes Tecnig@n en cada región, se realizó con la colaboración de tres empresas reforestadoras de reconocida trayectoria en la producción de árboles: Refocosta, Madeflex y El Semillero, quienes produjeron la mayor parte de leucaena y matarratón, mientras que la Fundación Cipav se encargó de la producción de los demás materiales forrajeros.
En la voz del beneficiado
La implementación de los Bancos Mixtos de Forraje, propuestos en el Plan Estratégico de la Ganadería, PEGA 2019, contribuye a elevar la eficiencia e incremento del hato bovino y, al mismo tiempo, a reducir el área dedicada a la producción vacuna en diez millones de hectáreas, beneficiando ostensiblemente al mejoramiento del medio ambiente. (Lea: Sistemas mixtos en los forrajes se imponen para la dieta bovina)
Humberto García Sánchez, productor bovino del municipio de Arboletes, asegura que la implementación de estos BMF en su predio le ha ayudado considerablemente en la productividad y economía.
“Los ganaderos estamos acostumbrados a alimentar a las reses con pasto y heno. Conocer este tipo de prácticas, que mejoran la productividad, es interesante porque uno aprende a manejar otro tipo de suplementos que ayudan a que los animales tengan un mejor rendimiento”, añade García Sánchez.
Por su parte, Marcial Orozco, ganadero el municipio de Santander de Quilichao, en Cauca, expresa que conocer de estos temas fomenta el mejoramiento de la ganadería en el sector no solo en su región, sino el todo el país. (Lea: Bancos Mixtros Forrajeros, una respuesta a la ganadería sostenible)
“Esta es una forma de adquirir proteína más económica a nivel productivo, entonces usar ese tipo de forrajes mejora la calidad alimenticia del ganado y por ende se va a obtener mejor producción de leche y carne”, culmina Orozco.
Gracias al trabajo en conjunto que realizaron Fedegán-FNG, el Sena y el Cipav, los productores bovinos mejoraron la capacidad de alimento para suministrarle al semoviente no solo en épocas críticas en el clima, sino en cualquier momento del año.