Allí se ubica la finca San José del Cócora que por medio de diferentes razas lecheras entre las cuales está la Ayrshire, ha venido implementando diferentes alternativas para lograr una ganadería más amigable con el medio ambiente y el bienestar animal.
El Valle de Cocora ha tomado una importancia inusitada a nivel nacional e internacional porque allí nace el árbol nacional de Colombia que es la palma de cera. Allí la ganadería ha sido tradicional, era la zona lechera del Quindío junto con Pijao, Génova, parte de Buenavista, Córdoba y otros municipios altos de la cordillera como Calarcá. (Lea en CONtexto ganadero: Vaca Rojo Sueco produce 60 litros de leche en 3 ordeños)
Según el ganadero Juan B. Jaramillo, en una charla de TVAgro, tradicionalmente en esta zona se criaba ganado normando y el municipio de Salento era un importante sitio abastecedor de leche, queso y mantequilla a nivel regional y los subproductos se vendían fácilmente en Armenia.
Holstein versus ayrshire
Hoy, con el avance de las tecnologías y buscando una mayor rentabilidad en las tierras se han introducido otras razas de ganado como la holstein y hace diez años se hizo a un hato ganadero, una base de diez vacas paridas y nueve novillas de vientre y un toro de la raza ayrshire
Con el paso del tiempo ha venido reemplazando el ganado holstein con que inició por el ayrshire o rojo sueco, para otros vikingo, y está complacido porque tiene unas características especiales y ha hecho que en el eje cafetero tenga un plus importante porque es una raza introducida para mejoramiento de las ya establecidas.
La finca está dedicada a la lechería especializada y maneja raza ayrshire principalmente y se tienen unos cruces con holstein, con normando y con jersey. El inventario es de 96 animales donde se tienen 36 vacas en ordeño con un 70 % de ganado ayrshire y 30 % de holstein y sus cruces.
El ganado ayrshire es considerado como el que produce la mejor leche y se adapta muy bien a la ladera y es muy resistente a la mastitis. (Lea en CONtexto ganadero: Con ganado Rojo sueco se puede mejorar la producción de leche)
La condición de su ubre es de ciertas características en sus ligamentos que hace que sea considera una de las mejor adheridas. Al competir en su conformación con otras razas es la que mejor permanece en su sitio.
Al hacer un análisis económico vio que traer las vacas a la casa implicaba construir unos caminos en concreto, además el movimiento del ganado todos los días implicaba un gasto de energía de los animales que se refleja en una disminución de la producción. Además, la vaca sufre mucho en sus patas porque ese movimiento diario les incomoda mucho y hay mucha cojera.
Por eso se decidió por un sistema de ordeño mecánico móvil, el cual es recomendado para las personas que realizan esta labor en las laderas porque en invierno es muy difícil recoger el ganado y resulta costoso, según indicó.
Según Julieth Ramírez, zootecnista de la finca, el sistema de ordeño mecánico en potrero es por medio de tubería que está a lo largo de 5 kilómetros y eso permite no tener un desperdicio de agua por desinfección sino que el toldo se cambia día de por medio en invierno y una vez a la semana cuando se está en verano. (Lea en CONtexto ganadero: 9 bondades que puede que usted desconozca de la raza Rojo Noruego)
Donde se monta el toldo de ordeño, tres días después se realiza una siembra de raigrás con lo cual la idea es llegar a tener el 70 % en pasto kikuyo y el 30 % en raigrás.
Otro beneficio del ordeño en potrero es que se minimiza el desgaste de energía de la vaca al caminar.
Además con este sistema le ha ido bien con el tema de la mastitis ya que está por debajo de las 50 mil bacterias, lo cual es muy importante; así como el manejo con las Unidades Formadoras de Colonia (UFC) es muy controlado.
La comercializadora a la cual le venden la leche es muy exigente en materia de calidad y hasta el momento el resultado ha sido satisfactorio.
De acuerdo con lo expuesto por Jaramillo para los pequeños ganaderos este sistema es muy favorable porque no es costoso y facilita el trabajo más ahora que la mano de obra se ha vuelto escasa, difícil y costosa en la región. “En estos momentos resulta difícil conseguir ordeñadores e incluso mayordomos que manejen una finca y si se consiguen duran poco tiempo en el trabajo”, señaló Jaramillo.
De otro lado, indicó que como está convencido que si no se siembran árboles le quedan pocos años a la tierra, decidió establecer un sistema silvopastoril que comenzó en el año 2012 con árboles dispersos en potrero pero el manejo fue un poco complejo porque las vacas entraban a consumirlo y por eso de todos los árboles que se sembraron solo quedó uno. (Lea en CONtexto ganadero: Así son las vacas Ayrshire por Holstein que producen 45 litros de leche)
Entonces se tomó la decisión de hacer barreras rompe vientos o cercas vivas y en estos momentos en la finca tienen alrededor de 20 hectáreas en sistema silvopastoril.
Hoy día siembran palma de cera, botón de oro y tilo, estas dos últimas forrajeras, además tienen acacia negra y blanca lo cual genera una serie de beneficios ambientales.
Antes se fumigaba mensualmente con todo el efecto nocivo sobre la tierra pero ahora lo hacen una vez al año
En época de verano el ganado recurre a esa sombra o microclima que forman los árboles que forman parte del sistema silvopastoril
Entre los beneficios del sistema silvopastoril está el que aporta proteína para los animales, además sirve como barrera rompe vientos lo cual ha resultado muy benéfico porque en meses como agosto el viento quemaba los pastos, tampoco se hace control de plagas porque se crea un hábitat para las aves que son las que realizan el control de parásitos y plagas en el pasto
Entre tanto, Ramírez señaló que la idea de la finca es volverse en criadores especializados de la raza ayrshire ya que es muy equilibrada en cuanto a producción y calidad de leche. (Lea en CONtexto ganadero: Ganadería de Ayrshire puro mostrará su modelo productivo de lechería)
Su periodo después del parto para el primer servicio entra muy rápido, es decir tiene muy buena precocidad en su parte reproductiva
El peso promedio de esta raza es de 700 kilos para los machos y entre 400 y 450 kilos para las hembras
La producción promedio en la finca es de 18 litros por vaca con una lactancia de 300 a 320 días.
Adicionalmente, la finca está certificada en Buenas Prácticas Ganaderas lo cual es otro plus a la hora de la comercialización. Según Ana María Martínez, líder del proyecto inocuidad del ICA, como se va a garantizar la inocuidad entonces se requiere que no haya ningún residuo ni químico, ni físico ni biológico en esa leche.
Para ello se hace una revisión exhaustiva de la rutina del ordeño para mirar que haya higiene en la obtención de esa leche, y que se cumpla con los procesos de desinfección, limpieza de los pezones, entre otros aspectos.
Además se debe garantizar que la alimentación que reciben esos animales no vaya a representar riesgos de residuos químicos, principalmente, y que luego la vaca los vaya a eliminar por medio de la leche.
Los residuos químicos vía aplicación de medicamentos son los que presentan el mayor riesgo en el caso de la leche colombiana porque son elementos que no se ven ni se huelen pero que afectan al consumidor cuando tiene el hábito de tomar de manera permanente.