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espacio vital en ganado bovino

Foto: lanacion.com.py

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Aumentar el espacio vital en la estabulación mejora la ganancia de peso en los bovinos

por: - 31 de Diciembre 1969

Un estudio encontró que el espacio vital asignado en el corral de engorde es fundamental para que los bovinos expresen su potencial productivo. Los autores concluyeron que garantizar un espacio vital adecuado también asegura la expresión del comportamiento natural y el establecimiento del orden jerárquico.

Un estudio encontró que el espacio vital asignado en el corral de engorde es fundamental para que los bovinos expresen su potencial productivo. Los autores concluyeron que garantizar un espacio vital adecuado también asegura la expresión del comportamiento natural y el establecimiento del orden jerárquico.

Investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California y la Universidad Autónoma de Sinaloa se propusieron “documentar la importancia de la disponibilidad de espacio vital en los indicadores productivos y de bienestar de bovinos” para producción de carne bajo confinamiento.

El espacio vital (EV) “se define como la cantidad de metros cuadrados disponibles por individuo”, esto es, “la necesidad que tienen todos los organismos de poseer un hábitat” y de defenderlo de otros animales. (Lea: ¿Qué implicaciones tiene el periodo de acostumbramiento?)

La extensión del EV depende de la cantidad y calidad del alimento, tamaño y sexo del animal, densidad poblacional y condiciones climáticas. En un sistema de producción intensiva, este espacio es esencial para que los bovinos manifiesten su comportamiento natural y su potencial productivo.

Si en el corral se disminuye el espacio vital, también se reduce el área disponible de sombra y comedero, se comprometen los indicadores productivos y se modifica el comportamiento del ganado, al incrementar la conducta para definir las jerarquías dentro del corral.

“Al aumentar el espacio vital en el corral mejora el bienestar de los bovinos, disminuye la morbilidad y aumenta la ganancia de peso. Es por ello importante considerar el entorno medioambiental y las características físicas de los corrales para proveer condiciones óptimas de alojamiento”.

Como anotaron los autores, desafortunadamente existe una tendencia mundial a reducir el EV de los animales de producción intensiva con el propósito de elevar la rentabilidad de la unidad de producción. (Lea: ¿Cuántos sistemas de producción con bovinos hay en México?)

Esto a pesar de que se ha estudiado que la reducción del EV afecta tanto el medio ambiente del corral como el comportamiento del ganado y su salud, generando estrés y afectando gravemente su bienestar. El espacio individual permite delimitar el contacto social con otro miembro.

Los bovinos confinados para carne requieren de un EV donde puedan expresar su comportamiento innato mientras están en el corral. Factores como el tipo racial o el rango social en la manada incidirán para determinar el número de animales alojados por corral según el espacio disponible.

En un corral de engorda es importante considerar la densidad y el tamaño del corral para definir la suficiencia de espacio vital para los bovinos durante el periodo de alimentación, ya que esto puede tener un efecto sobre las condiciones microclimáticas del corral de engorda.

Además, una densidad adecuada permite mantener el equilibrio de la humedad en la superficie, el cual no debe ser ni demasiado seca, pero tampoco muy húmeda. (Lea: Bancos forrajeros para dietas de engorde de bajo costo en estabulación)

Para proporcionar mejores condiciones de hábitat durante la permanencia del ganado en el corral de engorda, se debe considerar la cantidad de metros cuadrados a proporcionar por cada bovino, desde el inicio hasta el finalizar el ciclo de producción.

Existen diversas fuentes acerca de cuál es el mínimo de espacio requerido por los bovinos en el corral. El Manual de Buenas Prácticas de Producción publicado por Sagarpa (México) indica que de 12 a 12.5 m2 por bovino son suficientes para que puedan desarrollar su comportamiento natural.

Por otra parte, Lagos et al. (2014) afirman que son necesarios 18.5 m2/cabeza, para proporcionar condiciones idóneas de espacio vital, el cual puede ser ajustado al peso del ganado, ya que bovinos de 300 kg o menos requieren 15 m2 y bovinos de 400 kg o más necesitan 20 m2.

Por otro lado, en una comparación de espacio vital se observó que al otorgar un espacio vital reducido (<2.5m2/cabeza) el impacto es negativo en el bienestar de los animales, pero por lo contrario, al proporcionar un espacio mayor se genera un impacto positivo.

Una encuesta a 43 ganaderías de ceba en Texas, Kansas, Nebraska, Oklahoma, Nuevo México y Colorado (Estados Unidos) reveló que el 10 % de los corrales proveen de 4,7 a 9,3 m2/animal de EV; 66 % proveen de 9,4 a 23,2 m2 y el 24 % restante proporciona más de 23,2 m2/animal.

Ante estos resultados, los autores diseñaron un experimento proporcionar 32, 16, 10.6 y 8 m2/cabeza. Concluyeron que al disminuir la densidad en el corral se mejoró la calidad de la canal y los indicadores de bienestar, así como el comportamiento conductual del ganado.