La implementación de las buenas prácticas y el bienestar animal hacen parte del éxito de una producción ganadera especializada en levante para convertirse en una actividad eficiente y competitiva.

Así lo plantea Luis Alfredo Milanés, un ganadero de Montería, región que es considerada una zona productora de carne por excelencia.

El levante va desde el destete de los animales hasta los 320-340 kilos y es de las etapas más importantes que hay en la producción de carne porque es cuando el animal está desarrollando su musculatura y su sistema óseo. (Lea: ¿Sabe usted de qué depende la calidad del levante?)

En esta fase no hay necesidad de engordar mucho el animal sino que se debe concentrar en que crezca y se desarrolle adecuadamente, señaló.

Para ello es importante la sanidad porque muchas veces se pretende levantar un animal cuando está lleno de parásitos de la sangre, lo cual no va a tener ningún resultado como el que se espera.

La costa Atlántica tiene alta incidencia de babesia y tripanosomiasis por lo que se debe realizar un tratamiento preventivo y/o curativo tan pronto llegan de otras explotaciones que no se sabe cómo las están manejando, si han bañado a tiempo al ganado, si han tenido cargas altas de garrapatas o moscas. Una vez que el animal está limpio de hemoparásitos se realiza la desparasitada gastrointestinal.

Un segundo aspecto importante es la parte de vitaminas y minerales ya que cada finca, de acuerdo a los estudios de suelos y al bramotológico de los pastos, necesita diferentes tipos de minerales y vitaminas porque todas las fincas son diferentes, unas tienen excesos o deficiencias de uno u otro mineral.

El tercer tema tiene que ver con el manejo del rumen porque la transformación del pasto en proteína animal bien sea carne o leche es fundamental para la rentabilidad del negocio ganadero. (Lea: Estrategias nutricionales y de manejo de ganado de levante)

Los microorganismos del rumen del animal son los que se encargan de hacer la transformación, de sacarle a esa fibra las proteínas, la energía y los minerales que el animal necesita.

Con el suministro de sales proteinadas se logra incrementar la reproducción de los microorganismos encargados de degradar de manera eficiente la fibra contenida en los pastos.

Igualmente es importante la energía porque en esta etapa del levante se gasta en el crecimiento, en formación de huesos y de musculatura. Si el animal es sometido a altas temperaturas y humedades está gastando una energía que podría utilizar para la parte productiva en termoregularse, haciendo que se pierda dinero por la falta de buenos árboles que le den una adecuada sombra al ganado.

La obligación de los levantadores es terminar de criar los animales para hacerlos crecer y que se encuentre apto para la ceba, indicó. (Lea: Cría y levante de terneras, aspectos fundamentales de la rentabilidad)

En ganadería se habla permanentemente de la ganancia de peso del animal pero no se cuenta con un indicador que orientaría más que es la tasa de crecimiento la cual se obtiene con una división entre los kilos que se ganan frente a los que tenía en el momento que se evalúa (inicial).

La tasa de crecimiento es la rentabilidad biológica. Cuando se habla de kilos se hace referencia a un valor absoluto pero no el relativo teniendo en cuenta la inversión en kilos del animal

Cada etapa de la ganadería debe ser los más eficiente posible y dejar de ser tenedores de ganado, saber cuántos kilos se producen por hectárea y ser más eficientes en el manejo del negocio, concluyó.