El escaso forraje en una finca o una temporada invernal muy prolongada, son factores que llevan a los ganaderos a rentar porciones de tierra para que allí sus animales se alimenten mientras la situación se normaliza.   Subarrendar una porción de la finca o buscar unas cuantas hectáreas para tener allí un grupo de semovientes es una práctica frecuente entre los ganaderos colombianos. El clima, la necesidad de pastos, o algún negocio ocasional, pueden ser algunas de las razones por las que el productor se decanta por esa alternativa. (Lea: 5 aspectos a tener en cuenta durante la trashumancia ganadera)   Sin embargo, es necesario tener presentes varios aspectos una vez se está pensando en arrendar un especio determinado en una finca: su ubicación, tipo de pasto, acceso al agua, estado jurídico del predio y vocación del suelo, entre los más importantes. De esos elementos dependerá el éxito del proyecto que se adelante en el nuevo terreno.   Alejandro Giraldo Villegas, ganadero ubicado en el Meta, aseveró que para el empresario interesado en rentar una porción de tierra, es esencial saber si la explotación tiene un sistema de pastoreo extensivo o racional. Para la primera opción es fundamental la ubicación, la calidad del agua y el estado de los pastos.   En el caso del segundo, la tierra es más costosa pero hay un mejor manejo de los animales, tienen bebederos y la calidad del forraje es mayor. Incluso en el valor del arriendo se puede acordar que una persona esté al frente de los semovientes y rote los potreros, eso redundará en beneficios para los semovientes.  (Lea: Sucreños apelan a trashumancia como respuesta a intensa sequía)   “Uno puede arrendar 10 hectáreas, que es un terreno grandísimo, pero nadie estaría pendiente del ganado, si tomó agua y el estado de las pasturas que están consumiendo. Es decir, unas por otras”, sostuvo el productor, quien sugirió apelar a los contratos para que queden claros los compromisos y responsabilidades de ambas partes.   Por su parte, Juan Carlos Arteaga, ganadero antioqueño, fue más allá e hizo un análisis a profundidad sobre el tema. A su juicio, el aspecto más importante a tener en cuenta a la hora de rentar un predio es el estatus jurídico de la tierra, ya que por lo general los terrenos alquilados tienen algún enredo bien sea legal, una sucesión, no hay tenencia, está embargado sin remate u otra razón de esa índole.   Añadió que los productores requieren generalmente del apalancamiento del sistema financiero, por lo que un banco no va a prestarle dinero a un productor si la tierra en donde va a invertir el capital tiene alguna dificultad jurídica, lo que va a frenar el negocio. (Lea: Pastos de La Mojana y San Jorge no dan abasto con trashumancia)   Arteaga agregó otro aspecto: el uso del suelo. “Puede parecer obvio, pero es importante que el terreno que se está alquilando sea de tradición ganadera. Uno no va a establecer una ganadería en una finca que antes era usada para cultivos, porque al momento de establecer praderas, eso se va a llevar toda la utilidad”, explicó.   Ambos productores coincidieron en la importancia que se le debe dar al tema de las pasturas, el tipo de forraje que hay en el predio, las precipitaciones que caen en la zona, el acceso al potrero y las vías aledañas, aspectos que influyen en el desarrollo del proyecto productivo que se establezca en el terreno rentado.