En la hacienda Lucerna, en Valle del Cauca, sus propietarios están empeñados en sacar adelante un sistema de producción inocuo con base en las razas criollas y colombianas, pues también incluye al Hartón del Valle. Enrique José Molina, zootecnista con maestría en Desarrollo Sostenible, trabaja junto con su hermano Carlos Hernando en la hacienda Lucerna, donde fue creada la raza que lleva el mismo nombre por su abuelo Carlos Durán Castro en 1937. Durante 7 décadas, 3 generaciones de ganaderos han trabajado en el sistema para entregar productos bovinos de excelente calidad y respetuosos con el medio ambiente, con base en el material genético de razas criollas. (Crónica: Lucerna, la criolla que también produce leche) “Nosotros venimos trabajando desde hace mucho tiempo en este material genético y hacemos mucha investigación con el fin de obtener productos sanos, tanto en carne como en leche, de forma eficiente”, precisó Molina. Los productores trabajan en 2 predios: la hacienda Lucerna y la reserva natural El Hatico. Allí conservan un inventario de 1.200 cabezas de ganado de la raza colombiana sintética, mezcla de Hartón (30%), Holstein (40%) y Shorthorn lechero (30%), que este año cumple 70 años haber sido creada y que hasta 1999 tenía población cercana a los 3.000 ejemplares. El zootecnista señaló que la labor de fortalecer la ganadería en el Valle del Cauca es una tarea complicada por el dominio de otros segmentos, principalmente el cultivo de la caña de azúcar. (Reportaje: Así se trabaja para promover la conservación de razas criollas) No obstante, los esfuerzos para resaltar al Hartón del Valle, entre los cuales está la acreditación otorgada por la Asamblea departamental que declaró a esta raza como patrimonio genético, económico y social del Valle del Cauca. “Queremos seguir fortaleciendo esta propuesta genética del Hartón para reintroducir unos genes, pues Lucerna tiene una tercera parte de esta raza criolla de nuestra región”, señaló Molina. (Crónica: Yesid Villalba, el único ganadero con Lucerna en Cúcuta) El ganadero agregó que debido a la intensificación del cambio climático y las altas temperaturas, se necesita un animal con mayor rusticidad y adaptabilidad, por lo cual participan en la mesa técnica del Hartón del Valle para seguir promocionando esta raza. También resaltó el apoyo que han brindado para esta iniciativa la Asociación Nacional de Criadores de Razas Criollas y Colombianas, Asocriollo, y la Federación Americana de Asociaciones de Criadores de Bovinos Criollos, Famcriollo, así como la Universidad Nacional y demás entidades educativas. En cuanto a la mesa técnica del Lucerna, Molina contó que está conformada por “componentes familiares, que venimos defendiendo este recurso genético y con quienes definimos todos los planes de acción, las investigaciones y los sistemas de producción orgánica”. Finalmente, el zootecnista abogó por la conservación de todas las razas criollas en razón de su resistencia a la temperatura del trópico bajo, pero más que nada recomendó establecer un sistema de producción natural e inocuo para ofrecer derivados ideales para consumo humano.