En Colombia esta enfermedad fue diagnosticada y reportada a nivel serológico por primera vez en el año 2001. Las terneras congénitamente infectadas continúan así en la edad adulta e infectan a sus fetos.
Ante la confirmación del parásito que ocasiona la neosporosis bovina en predios de Cundinamarca y Cesar, es importante que los ganaderos recuerden el trabajo que adelantó Jorge Luis Zambrano Varón, DVM, MPVM, PhD, de la Universidad Nacional de Colombia, para Carta Fedegán 122, en donde señala que esta enfermedad es reconocida como una de las principales causas de aborto bovino del mundo, e indica que tiene un efecto perjudicial sobre la gestación bovina y sobre la producción de leche y carne. (Lea: Confirmada presencia de parásito que provoca abortos en bovinos)
“El ganado se puede infectar con N caninum ya sea a través de la ingestión de ooquistes presentes en las heces de perros u otros carnívoros infectados o de manera más grave, por la infección congénita de la madre al feto a través de la placenta, explica.
Indica que las consecuencias reproductivas de la infección en un animal gestante son: 1. Muerte fetal y aborto. 2. Momificación fetal. 3. Nacimiento de terneros débiles y muerte neonatal. 4. Nacimiento de terneros clínicamente sanos, pero congénitamente o persistentemente infectados.
Frente a este último punto resalta que la transmisión transplacentaria se puede seguir presentando durante las gestaciones subsiguientes, y que las novillas que han sido infectadas congénitamente podrán transmitir el parásito a su descendencia, por lo que el parásito puede persistir durante muchos años en un hato infectado sin la participación de un huésped definitivo. (Lea: Heces de perros transmiten enfermedad al ganado bovino)
En Colombia fue diagnosticada y reportada a nivel serológico por primera vez en el año 2001 con una reactividad serológica del 54 %.
Patogénesis
Uno de los rasgos característicos de la infección de N. caninum es la notable eficiencia de la transmisión vertical del parásito (contaminación fecal), durante varias generaciones y la aparente ineficacia en el desarrollo de la inmunidad protectiva para prevenir la transmisión vertical (de la madre al feto).
Explica que el aborto, debido a la neosporosis, es el resultado de una infección fetal letal posterior a una parasitemía materna, o por lesión de la placenta, lo cual en cualquier caso compromete la gestación. (Lea: Conozca las causas y el manejo de la neosporosis bovina)
“Esto puede ocurrir después de la infección primaria con el parásito o debido a la recrudescencia o rebrote de una infección anterior”, añade.
Los factores que influyen en el resultado de la infección por N. caninum en la gestación son: 1. El momento de la infección. 2. La cantidad y la duración de la parasitemía durante la gestación. 3. La eficacia de la respuesta inmune materna. 4. La capacidad del feto para montar una respuesta inmunológica eficaz.
Signos clínicos
Los abortos se presentan entre los 90 y los 240 días de la gestación. No obstante, la mayor ocurrencia (78 %) se puede concentrar entre los cuatro y los seis meses, ya sea de manera esporádica o en forma de brotes. (Lea: Conozca cómo afectan los hemoparásitos al ganado bovino)
En los casos reportados, no se han detectado signos clínicos previos al aborto. Este último, se caracteriza por la expulsión de un feto usualmente en estado autolítico (descompuesto) y que ocasionalmente presenta grados variables de momificación. También se puede presentar nacimiento de terneros débiles y muerte neonatal.
Diagnóstico
En general, los cambios macroscópicos del aborto muestran un feto parcialmente macerado, autolisado (descompuesto) o momificado.
Los hallazgos histopatológicos en fetos abortados, muestran cambios importantes en el corazón y cerebro, así como quistes tisulares en éstos órganos. Se requieren técnicas de inmunohistoquímicas especiales para identificar el parásito en los tejidos y así diferenciarlos de los otros protozoarios. (Lea: El listado de enfermedades parasitarias más comunes en varias especies)
La presencia de anticuerpos es útil como una ayuda para el diagnóstico y para la conducción de estudios epidemiológicos. El papel de los anticuerpos es el de ayudar a controlar la propagación de N caninum en el huésped neutralizando la infección de las células en la etapa extracelular de este parásito (taquizoito).
Perspectivas de control y prevención
No hay ningún método eficaz para el control de neosporosis. Las prácticas de manejo a nivel de hato para reducir la infección de N. caninum pueden incluir:
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Reducir al mínimo la contaminación fecal de forrajes o agua por perros u otros potenciales hospedadores definitivos.
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Eliminar rápidamente fetos bovinos abortados, membranas fetales, placentas o terneros muertos.
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Limitar la introducción de animales infectados al hato.
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El sacrificio de animales infectados.
Es de anotar que algunos de estos métodos de control no son económica o prácticamente posibles de aplicar en explotaciones ganaderas. Diversos agentes antimicrobianos han sido probados en vitro o en vivo en ratones. (Lea: Investigarán principales causas de abortos bovinos en Pamplona)
Por otra parte, el desarrollo de resistencia a los medicamentos, las exigencias del consumidor de que los productos lácteos y cárnicos estén libres de productos químicos, y las preocupaciones de los efectos ambientales de los productos químicos, podría limitar la quimioterapia como una medida de control.
El control exitoso de esta enfermedad debe concentrarse en la prevención de la transmisión vertical (de madre a hija). El tema de las vacunas, dadas las condiciones inmunológicas de N caninum no ha producido resultados convincentes para la comunidad científica a nivel mundial dado que las mismas han fallado en prevenir la transmisión congénita de este protozoario.
Fuente: Conozca la Neosporosis Bovina y prevéngala, en Carta Fedegán 122.