La ganadería es una actividad que necesita comprender conceptos como economía y finanzas. Aunque ambos términos suelen usarse indistintamente, en realidad representan disciplinas distintas pero complementarias. (Lea en CONtexto ganadero: Por qué el ganadero no sabe diferenciar entre utilidad, economía y finanzas)

La economía en ganadería se enfoca en la gestión eficiente de los recursos disponibles para maximizar la producción y minimizar costos. Esto incluye el estudio de la oferta y la demanda de productos ganaderos, el análisis de costos de producción y la evaluación del impacto de las políticas gubernamentales en el sector.

Fausto Bermúdez, CEO de Ranching 4 Profit, reconocida escuela mexicana, explica que “la economía es el motor que impulsa las fincas, pero las finanzas son el dinero que compra el motor y pone gasolina en el tanque”.

La economía considera recursos como el uso de tierra, agua, alimento y mano de obra. Además, identifica formas de mejorar la eficiencia de los procesos ganaderos. Por ejemplo, un ganadero puede analizar si le conviene destinar más hectáreas al pastoreo o al cultivo de alimentos para sus animales, considerando los precios de mercado y el rendimiento esperado de ambas actividades.

De acuerdo con Bermúdez, “la economía estudia el valor de los recursos en la sociedad. En cambio, las finanzas se enfoca en cómo administramos el dinero que ya se tiene”.

Por otro lado, las finanzas en ganadería se centran en la administración del dinero, los activos y los pasivos de la empresa ganadera. Implican la planificación de flujos de caja, la obtención de financiamiento, la inversión en infraestructura y tecnología, y la evaluación de riesgos financieros.

Según el experto, “la economía es como un panorama general, mientras que las finanzas son una herramienta para aprovechar ese panorama. Las decisiones financieras se ven afectadas por el estado de la economía”.

Estas finanzas consideran proyección de ingresos y gastos, disponibilidad de efectivo para cubrir costos operativos, opciones para obtener capital, como préstamos o inversión privada. Un ejemplo financiero sería decidir entre comprar maquinaria nueva a crédito o alquilarla temporalmente para mejorar la producción sin comprometer la liquidez.

“Imagina que la economía es el clima, que afecta a todos. Las finanzas serían como el paraguas, es decir, cómo te proteges o aprovechas ese clima. Es por esto que para tomar decisiones financieras inteligentes hay que mantenerse al tanto de la economía”, asegura Bermúdez.

Si bien economía y finanzas son disciplinas distintas, están profundamente interrelacionadas en ganadería. Una buena gestión económica permite que los recursos se utilicen de manera eficiente, lo que reduce costos y mejora la rentabilidad. A su vez, unas finanzas saludables garantizan que la finca tenga los fondos necesarios para invertir en mejoras que aumenten la productividad y la sostenibilidad. (Lea en CONtexto ganadero: Cómo aprender a manejar las finanzas en ganadería y no fracasar en el intento)

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