Con mucha frecuencia se observa en los potreros, cultivos, orillas de carreteras, la aparición y el crecimiento de árboles que no han sido plantados por los seres humanos, esto se debe a la regeneración natural. Conozca a qué se refiere este término.
La regeneración natural es la aparición y desarrollo de árboles y arbustos que no han sido plantados por el ser humano. En el caso de las fincas ganaderas, crecen gracias a que el ganado no los consume por razones como sabor desagradable, espinas, entre otras. Esto es un valioso proceso que surge en los sistemas silvopastoriles. (Lea: Así se pueden establecerse silvopastoriles a partir de regeneración natural)
Esta es una herramienta, y la más económica, que brinda la naturaleza para iniciar la arborización de los potreros.
El proceso se inicia a partir de semillas que pueden sobrevivir durante muchos años en el terreno o que son transportadas y diseminadas por el viento, las aves, los murciélagos y muchas otras especies, incluyendo al ganado mismo y a los seres humanos.
Esta también recibe el nombre de sucesión vegetal, pues ésta, de manera progresiva, ocupa nuevamente terrenos de los cuales fue desplazada o modificada por acción humana o natural, por ejemplo, ocasionada por incendios, sequías extremas o derrumbes.
Para favorecer la regeneración natural se deben considerar por lo menos cuatro puntos principales:
- Cambio de mentalidad de propietarios, administradores y trabajadores de la finca: Es necesario cambiar la idea que en los potreros toda planta diferente a los pastos es una maleza t debe ser eliminada.
- No realizar controles de maleza que eliminen todas las plantas diferentes a los pastos, es decir, controles no selectivos: Esto incluye las labores que se llevan a cabo con machete, guadaña y similares, al igual que aquellas realizadas con herbicidas, es por esto que debe hacerse un control selectivo de malezas. (Lea: 3 recomendaciones para poner en práctica la regeneración natural en la finca)
- Eliminar las quemas: El fuego como herramienta de manejo es una de las prácticas más nocivas para la fertilidad del suelo; destruye la materia orgánica y la vida que hay en ellos. Ese proceso de destrucción incluye las semillas allí presentes y los pequeños árboles que han aparecido y en muchos casos arboles medianos y grandes.
- Impedir sobrepastoreo: Cuando se sobrepastorea el suelo queda desnudo o poco cubierto, con todas las condiciones a favor de la erosión, es por esto que el ganado se verá acosado por el hambre y consumirá o dañará muchas plantas y árboles que en condiciones normales no tocaría.
De esta manera el sobrepastoreo se convierte en gran enemigo de los procesos de regeneración natural, pues el ganado llega incluso a consumir la corteza de la vegetación mediana y grande hasta ocasionar la muerte de estos. Es por esta razón que se incrementa la posibilidad de muerte de los arboles por el pisoteo. (Lea: Obtenga árboles dispersos en potrero a través de la regeneración natural)
Fuente: Guía Sistemas Silvopastoriles. Aspectos Teóricos y Prácticos del CIPAV.