La altura de la pradera tiene un impacto importante en el consumo diario de forraje en pastoreo, que también está mediado la ingestión y el bocado de la vaca. Estos fueron los resultados del análisis realizado por dos expertos sobre el consumo del pasto.
Los expertos Juan Daniel Jiménez Rosales y Ricardo Daniel Améndola Massiotti en su artículo «Comportamiento de ingestión y consumo de forraje por vacas en pastoreo en clima templado. Revisión» explicaron que tanto la altura de la pradera como la densidad aparente de forraje (DAF) inciden en las dimensiones del bocado.
En praderas templadas y tropicales, en estado vegetativo, el consumo de forraje (CF) se ve afectado de manera positiva por la altura de la pradera «siempre y cuando se mantengan doseles con alta densidad de hojas verdes». (Lea: ¿Cuáles son los movimientos mandibulares que hace la vaca?)
El aumento del CF por vacas lecheras en pastoreo es una respuesta clásica al incremento en la altura de pradera, la que se explica por los cambios que ocurren en los componentes del comportamiento de ingestión (CI) durante el pastoreo, también por efecto de cambios en la altura.
Esto se evidenció en un trabajo hecho con borregas en praderas templadas y, en los últimos años, estudios con bovinos de carne en praderas tropicales confirmaron lo mismo. La respuesta es que la tasa de consumo (TC) y masa de bocado (MB) se incrementan con el aumento de la altura.
No obstante, estudios recientes en los que se evaluaron diferentes alturas de pradera en Cynodon sp. (10, 15, 20, 25, 30 y 35 cm) y avena strigosa Schreb (15, 20, 25, 30, 35, 40, 45 y 50 cm) destacaron que si bien se encontró el mismo patrón, la TC y la MB disminuyeron en las praderas más altas que se evaluaron.
De otro lado, los resultados evidenciaron una respuesta funcional en forma de cúpula, donde la TC de forraje fue mayor en alturas de pradera intermedias en ambas especies (39.2 g MS min-1 con 19 cm en Cynodon y 54 g MS min-1 con 29.3 cm en avena).
Los autores del trabajo resaltaron que dicha respuesta fue el resultado de cambios en la MB en las praderas altas (de un lado, 30 y 35 cm en Cynodon, y de otro, 45 y 50 cm en avena) y atribuyeron la disminución de la MB a una reducción en el volumen del forraje.
Esto debido a menor área de bocado impulsada por el comportamiento selectivo de los animales, ya que no se relacionó con restricciones de la pradera que limitaran la formación del bocado. (Lea: ¿Qué decisiones toman los bovinos antes de consumir un forraje?)
Con el aumento de la altura de pradera, los bovinos también incrementan el total de movimientos mandibulares por gramo de MS consumida, porque los animales tienen que ejecutar mayor número de movimientos mandibulares por cada bocado y requieren más masticaciones para tragar el forraje.
En resumen, la masa de bocado (MB) y el CF en praderas templadas, en estado vegetativo, pueden resultar mayores en praderas con alturas intermedias y altas, y para procesar bocados de mayor tamaño, los bovinos incrementan el número de movimientos mandibulares compuestos.
Otro cambio importante en el comportamiento de ingestión de las vacas en pastoreo en respuesta al incremento en altura de pradera es la reducción en la tasa de bocado (TB) y el tiempo de pastoreo (TP). (Lea: Factores que inciden en el tiempo de pastoreo de los bovinos)
La primera se reduce porque hay una mayor cantidad de forraje aprehendido por bocado, que implica un aumento en el tiempo por bocado por el incremento del número de movimientos mandibulares para masticar. Dicho de otro modo, si los bovinos toman más forraje por bocado, emplean más tiempo para masticar y aplazar la toma del siguiente bocado.