La inseminación artificial a tiempo fijo (IATF) es una técnica que mejora los índices de cantidad y calidad de carne, permitiendo determinar la mejor época en que se debe preñar a una vaca dentro de su explotación ganadera.
Esta técnica permite un incremento en la producción de terneros debido a que reduce el intervalo entre partos. En cuanto a calidad, la IATF contribuye con la selección de toros que tienen un potencial genético para distintos aspectos como alta fertilidad. Conozca cómo es el impacto de esta herramienta en la distribución de preñeces. Lea: Inseminación a tiempo fijo, promisoria en ganado doble propósito)
Santiago Young, gerente general de Ciale Alta que es una empresa productores y comercializadora de genética élite en Latinoamérica, indica que este es realmente significado en los lugres donde se implementa la IAFT.
“Cuando se hace uso de esta técnica más del 50 % de los animales son preñados a través de esta técnica solamente a los diez días después de haber empezado el servicio. En cambio haciendo inseminación artificial convencional, es decir solamente con detección de celo e implementación de hormonas, la evolución de la cantidad de animales preñados en función de los días de servicio es paulatina”, describe Young.
Esto significa que dichos factores van a tener un impacto muy grande en el pesaje de los terneros al momento del destete. Además, según el profesional esta IATF genera diferencias en el porcentaje total de animales preñados al final del servicio.
“En un estudio realizado en Brasil, la diferencia supera el 8 % en cuanto a preñez total y también hay un importante porcentaje en cuanto a la cantidad de animales que están preñados a la mitad del servicio, superando hasta el 75 %”, menciona Young.
Continuando con este caso, el experto añade que esto se contrasta de gran manera con los animales inseminados de forma convencional o por toro, no superan ni el 23 ni el 44 % de efectividad. (Lea: Los factores para tener una IATF exitosa)
En palabras de Young “al tener un tiempo fijo en el que se logra una preñez de más del 50 % del hato genera que nos queden menos del 50 % de los animales abiertos a los 10 días del servicio, mientras que en el caso de realizar el servicio natural a través de toros, la cantidad de animales que van quedando abiertos va disminuyendo paulatinamente”.
Esto quiere decir que a la mitad de la temporada del servicio, cuando se hace inseminación artificial a tiempo fijo, se puede llegar a superar ampliamente el 64 por ciento de los animales preñados pero cuando se realiza el servicio natural no se llega ni al 50 % de la gestación, detalla Young.
Lo anterior significa que cuando se introduce la IATF en un predio ganadero se puede presentar una mejoría en altos niveles de la reproducción dentro del mismo periodo evaluados, eliminando la necesidad de detección de celo y permitiendo trabajar con grandes hatos.
Finalmente, estas prácticas de inseminación artificial a tiempo fijo no solo buscan aumentar la producción de leche o la calidad de carne, sino que ayuda a mejorar los periodos productivos de los animales y así generar una mayor rentabilidad para el productor. (Lea: Inseminación artificial a tiempo fijo mejora producción de carne)