Vicente Argoitía, gerente de la División Leche de Select Debernardi, explica para el portal La Nación que, existen cuatro elementos que deben ser analizados por los ganaderos al momento de trabajar con un animal lechero: la grupa, el sistema mamario, las patas y pezuñas y la fortaleza lechera. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Cómo elegir una vaca lechera? )

Grupa

De acuerdo con este experto, al analizar la grupa de los bovinos lecheros hay que tener en cuenta la separación entre los isquiones, la fortaleza del lomo y el declive adecuado, pues “una grupa funcional debe ser ancha, con separación entre isquiones para facilitar el parto y permitir que la ubre tenga buena capacidad de almacenamiento de leche”.

Además de esto, es conveniente una buena musculatura en el lomo que sea levemente convexo para que mantenga el mismo nivel de la grupa con el paso de los años.

Ricardo Arenas Ovalle, médico veterinario y profesional amigo de Fedegán, explicó que “hace unos años teníamos el pensamiento que las vacas lecheras debían tener un tamaño muy grande, pero ya no. Hoy tenemos la claridad que deben ser de tamaño mediano porque un animal grande sufre más al caminar y necesita más comida para su metabolismo y no le queda mucho para producción”.

Sistema mamario

Argoitía dice que las ubres defectuosas son uno de los principales motivos de descarte de vacas en el hato, por eso, en el sistema mamario hay que analizar la profundidad y textura de la ubre, el ligamento medio y la inserción anterior y posterior, entre otros aspectos.

Por su parte, Arenas Ovalle menciona que, para la ganadería colombiana, el productor necesita de una vaca que tenga un sistema mamario “bien formado, muy descarnado y limpio, con una ubre muy suave que le permiten crecer con la producción de leche”.

De acuerdo a este profesional, existen aspectos como los ligamentos y la profundidad que deben ser tenidos en cuenta por el productor ganadero, quien debe conocer que la profundidad es la distancia que hay entre la parte de arriba del cuerpo y la de abajo.

“Esta profundidad de abdomen da una capacidad abdominal muy grande para comer mucho, guardar y hacer la rumia, pero también esta profundidad da un tórax profundo que ayuda a tener una capacidad pulmonar muy grande”, detalla Arenas Ovalle.

Además de lo anterior, la vaca ideal requiere de unas venas mamarias muy protuberantes que permitan el paso de la abundante cantidad de sangre para esa producción de leche.

Patas y pezuñas

Las patas y las pezuñas son aspectos clave para la vida productiva de una vaca lechera. En las extremidades son importantes la vista lateral y posterior, el ángulo de la pezuña y la calidad del hueso, de tal forma que se presente una buena locomoción.

Arenas Ovalle expone que la hembra ideal necesita “muy buenas patas, pezuñas y aplomos que le permita caminar en búsqueda de la comida y a ir al ordeño, sin que se lastimen y sin que sufran de cojeras, para que produzca más leche”.

Fortaleza lechera

Para Argoitía, este concepto engloba una serie de rasgos que incluyen la estatura, el ancho del pecho, la profundidad corporal y la angulosidad de las costillas.

Arenas Ovalle dice que la vaca ideal lechera en Colombia debe tener una cara delgada, “muy femenina, descarnada y limpia, pero con unos hoyos en la nariz y una boca grande que la permitan comer y respirar muy bien”. (Lea en CONtexto ganadero: Cuáles son esas proporciones "ideales" de una vaca lechera balanceada )

Para este profesional, hay un punto clave que el ganadero colombiano debe tener en cuenta y es que existe la lechería especializada tanto en trópico alto como en trópico bajo, por lo que el tipo de animal ideal contiene básicamente los mismos elementos, pero obviamente en diferentes razas y con sus respectivas cualidades fenotípicas raciales.

“No se espera lo mismo de altura de una Holstein que de una Jersey en trópico alto, pero sí buscas que haya mucha profundidad. Y para el caso de trópico bajo, el ganadero no debe buscar que el animal tenga la ubre tan bien hecha, como de un pardo suizo de trópico alto, porque no se va a encontrar, por lo que se debe buscar que sea un animal de buenos pezones, paralelos, colgantes hacia abajo y que sean lo más perpendiculares posibles”, concluye Arenas Ovalle.