El manejo tradicional de las explotaciones doble propósito en cuanto a la crianza de los terneros ha sido, desde la primera semana de vida hasta un mes de nacido, ordeño a fondo de la vaca. Si estas tienen 50 % o más de sangre cebuina o criolla, retienen de 20 % a 25 % de su leche para la cría. Es una leche residual que no se puede extraer en el ordeño, tiene mayor contenido de grasa y, por lo tanto, es más nutritiva. (Lea Carta Fedegán 118) Después del ordeño, los terneros salen al potrero con las madres, hasta las horas de la tarde (de seis a ocho horas) cuando son apartados hasta el ordeño del día siguiente. Entre un mes y los cuatro meses, después del ordeño a fondo de las madres, se apartan los terneros en la mañana y se juntan a las seis horas por media hora para que se tomen la totalidad de la leche producida por la vaca durante ese periodo. Luego, se apartan a un potrero hasta el ordeño del día siguiente. Este manejo (amamantamiento restringido) mejora la producción al estimular las vacas a entrar en celo y fuerza a los terneros a consumir forrajes, los cuales deben ser de buena calidad, preferiblemente con leguminosas arbóreas, con lo que se estimula al desarrollo del rumen. Entre los cuatro meses y el destete, los terneros en el ordeño sirven como estimuladores de la bajada de la leche, y sólo consumen la leche residual del ordeño de la mañana; por lo tanto, deben pastar en praderas de buena calidad. (Botero, 1998) Conocimiento sobre la raza Esteban de Jesús García Camargo, médico veterinario, manifestó que para garantizar la producción de un pie de cría de alto valor, se necesita tener un gran conocimiento sobre la raza o el genotipo con el que se va a trabajar. (Lea: 5 estrategias para tener un buen pie de cría) Sostuvo que estos saberes no solo deben girar en torno a las características genotípicas y fenotípicas, sino al entendimiento del ambiente, de su adaptación y producción. ¡Es fundamental que la vaca este tranquila! Mariana Navarro Sanint, médica Veterinaria - Zootecnista de la Universidad Tecnológica de Pereira, señala que lo ideal es que para la expulsión de la cría la madre esté echada y después se levante, momento en el que se presenta la ruptura del cordón umbilical. Si la vaca siente una amenaza hacia ella o su futura cría, va a estar intranquila y de pie para poder huir, arriesgando la salud de la cría. Evite estar muy cerca y no permita la presencia de caninos ni aves carroñeras cerca al lugar donde paren sus novillas. (Lea: ¡El parto de las primíparas!).