Las precipitaciones traen consigo un aumento en el crecimiento de las pasturas, lo que representa una oportunidad para mejorar la alimentación del ganado y aumentar la producción de leche o carne. Sin embargo, un manejo inadecuado de los potreros durante esta época puede generar problemas en la alimentación de los bovinos y productividad del suelo. (Lea en CONtexto ganadero: Qué hacer con los potreros durante el verano)
Efraín Antonio Coutiño Torres, médico veterinario, explica que antes del inicio de las lluvias, es importante realizar una evaluación del estado de los potreros para identificar posibles problemas. Esta evaluación permite que se tomen las medidas necesarias para mejorar la condición de los potreros.
Con las precipitaciones se debe implementar un sistema de pastoreo racional para aprovechar al máximo el crecimiento de las pasturas y evitar el sobrepastoreo. Para una implementación exitosa del pastoreo racional, es necesario contar con cercas adecuadas y un plan de rotación bien definido, considerando factores como la época del año, la disponibilidad de forraje y las necesidades del ganado. (Lea en CONtexto ganadero: Rotación de potreros, herramienta para incrementar la producción)
De acuerdo con Coutiño Torres, existe un factor diferencial en la recuperación de los potreros con la llegada de las lluvias y es el manejo al suelo. “Deben ser potreros que no se fumigan, manejados de manera rotacional para que se recuperen rápido”, asegura el profesional.
Esto quiere decir que cuando se presenta el crecimiento de las malezas, el productor debe controlarlas de manera manual o natural, sin utilizar métodos químicos como la aplicación de herbicidas, debido a que esto reduce el impacto de la lluvia y genera un crecimiento lento del pasto.
Sin embargo, la elección del método de control de malezas dependerá de la especie de maleza presente, la extensión del área afectada y el estado de las pasturas.
Un punto que resalta el profesional en el manejo de los potreros con o sin la llegada de las lluvias, es la planificación forrajera, pues es importante considerar la disponibilidad de forraje en los potreros y las necesidades nutricionales del ganado.
Para llevar a cabo esta planificación, el productor debe tener claro qué especies tiene sembradas en su predio, cuáles son las que toleran la sequía y con qué alimentos cuentan los animales durante la ausencia de las lluvias.
En caso que la producción de forraje no sea suficiente, se pueden utilizar suplementos alimenticios que previamente haya organizado el productor.
Finalmente, Coutiño Torres sostiene que en el manejo del potrero, el ganadero “debe cuidar que haya buena sombra, que los animales tengan un suministro de agua limpia y fresca de forma constante, entre otros aspectos básicos para su sostenimiento”.