Por su capacidad de adaptación, alto potencial de rendimiento y la posibilidad de realizar la cosecha para grano verde o seco, el cultivo de arveja arbustiva representa la mejor alternativa para la zona de Nariño que dejó de producir trigo debido a la importación de este cereal.
Dicha variedad arbustiva tiene la característica de tener genotipos precoces con periodos vegetativos mínimo de 90 días. También cuenta con la presencia del gen afila (af), el cual sustituye las hojas por zarcillos (extensiones naturales en forma de espiral), por lo que el tercio inferior de la planta no queda en contacto con el suelo, evitando la pudrición y diversas enfermedades en condiciones de alta humedad. (Lea: Los efectos del procesamiento de granos en la alimentación de los bovinos)
Esto representa una alternativa importante para pequeños y medianos productores de la región que no pueden cultivar arveja en un sistema de tutorado (el cual equivale al 52 % de los costos totales de producción).
Así lo detalla en su investigación Juan Diego Duque Zapata, magíster en Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional sede Palmira, quien realizó una caracterización molecular de esta variedad con el fin de promover su cultivo, especialmente en los municipios de Yacuanquer y Guaitarilla (Nariño).
El estudio del magíster estuvo enmarcado en un megaproyecto liderado por la Universidad de Nariño, el cual pretende, a largo plazo, sacar una variedad de arveja para esta zona que sea capaz de adaptarse a ciertas condiciones de temperatura y tiempo de cosecha, y así facilitarles a los agricultores que aprovechen las tierras donde antes cultivaban trigo. (Lea: Los 5 métodos de procesamiento de granos para elaborar alimento bovino)
El primer paso en la investigación fue traer las semillas de Nariño a Palmira, donde se cultivaron en el invernadero de la UNAL. Cuando empezaron a germinar, se extrajo el material vegetal cortando las hojas de las semillas germinadas, las cuales se enviaron al Laboratorio de Biología Molecular.
“Como el proyecto era financiado, contamos con un kit de extracción molecular con el cual obtuvimos el ADN de estas hojas. Además utilicé microsatélites, que son regiones que se repiten mostrando un marcador molecular de un color específico. Con base en eso pude hacer todo el análisis para identificar qué materiales eran similares o diferentes, y cuáles eran las regiones en donde más se repetían. Esto sirve para corroborar si existe alguna relación en características morfológicas y agronómicas con el material”, detalla el investigador.
Se puede usar para alimentar bovinos
De acuerdo con una publicación de Infortambo, investigadores del Departamento de Ciencias Animales y Veterinarias de la Universidad de Idaho evaluaron el efecto de la sustitución parcial de la harina de soya y el grano de maíz con arvejas en vacas lecheras. (Lea: Las diferentes alternativas para ofrecer granos secos o húmedos en ganadería)
Aproximadamente el 45 % del maíz y el 78 % de la harina de soja en la dieta control fueron sustituidos en la dieta experimental con 15 % de arvejas. Éstas contenían 25 % de proteína y 1.98 mega calorías de energía neta para lactación por kg. El consumo de MS (26.1 kg/día), la producción lechera (35.5 kg/día), la producción lechera corregida al 4 % de grasa (33.8 kg/día), la concentración de grasa y la proteína láctea (3.65 % y 3.0 %, respectivamente), y la eficiencia proteica (25 %) no fueron afectados por el tipo de dieta.
En otro estudio, trabajadores del Departamento de Agricultura, Alimentos y Ciencias Nutricionales de la Universidad de Alberta determinaron el valor nutritivo de las arvejas en relación con harina de soya en dietas de vacas en final de lactación. Estas sustituyeron a la harina de soya a niveles de 0, 33.3, 66.7 %, y 100 % del concentrado, y fueron incluidos en las dietas a un nivel de 0, 10, 20, y 30b% de la MS. En la dieta que incluía 100 de arvejas, un 72.3 % de la cebada también fue sustituida para obtener niveles de almidón similares a las dietas basadas en harina de soya.
Todas las dietas contenían un 50 % de forrajes (sobre MS), y los componentes del forraje de las dietas consistían en 25 % de ensilado de alfalfa y 25 % ensilado de hierba. El consumo de MS (21.6 kg/día), la producción lechera (21.5 kg/día), y los componentes lácteos no fueron afectados por la sustitución de harina de soya y cebada por arvejas. La ausencia de diferencias en la producción observada en este estudio puede reflejar la realidad de que la calidad de la proteína no es importante para vacas de baja producción. (Lea: Vuelve a ser rentable convertir granos en carne)