La meta: identificar 186.000 cabezas de ganado bovino y bufalino en un área de 24.885 kilómetros cuadrados. “Es importante hacer un inventario porque así se tiene mayor control dentro de las fincas, también para disminuir el contrabando que hay en la frontera del Ecuador”, explica Carlos Salazar, ganadero en el departamento de Putumayo.
Con la ayuda de 35 operarios que instalan la chapeta (orejera visual que tiene el ganado) y 9 digitadores que actualizan la información del animal, en el Sistema Nacional de Identificación e Información del Ganado Bovino, Sinigán, se da inicio al programa de reconocimiento y registro con los recursos destinados por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, el apoyo de Fedegán y el Comité de Ganaderos en Puerto Asis, Coganasis.
Este programa gratuito beneficia a 6.000 ganaderos que tendrán en orden su empresa. Así mismo, le da la oportunidad al país de hacer un seguimiento de la carne que va a consumir: la edad, el sexo, la raza, el lugar de nacimiento y de sacrificio.
Características del programa
El objetivo es alcanzar la trazabilidad ganadera en el país (información y control del animal desde su nacimiento hasta su sacrificio), en este caso de las reses en el bajo y medio Putumayo.
Para eso es vital implementar en la oreja derecha del animal la chapeta u orejera visual, “esto hace las veces de una cédula, que tiene las iniciales ‘CO’ (de Colombia) y un código de 10 números más, que no se reutiliza en otros animales”, explica Rubén Villamil, líder del Proyecto Sinigán de Identificación de Ganado y Búfalo de bajo y medio Putumayo, a su vez indica que en la oreja izquierda se instala un dispositivo electrónico que contiene toda la información del animal, incluyendo el número de la chapeta.
Durante el ciclo de vacunación, que va hasta el 21 de diciembre, los 35 operarios irán identificando al ganado, “para el primer ciclo de vacunación de 2013, se identificará lo que no se alcance en este ciclo. En el segundo ciclo se pretende identificar lo que haya ingresado y a partir de ese momento se dará paso al reconocimiento de las crías”, aclaró el líder del programa.
No coma cuento…
Este esquema permite que las plantas de sacrificio den a conocer al consumidor la calidad de carne que está comprando, a través de una pegatina que lleva el DIN, Dispositivo de Identificación Nacional, con la información del animal, “entonces el consumidor tiene la libertad de elegir lo que consume”, enfatizó Villamil.