La calidad de los alimentos que se usa en la dieta del ganado resulta clave porque de ello y del manejo dependerá la producción de carne (kg/animal/hectárea), la calidad y el resultado económico del sistema productivo.
La competitividad deberá ajustarse a las reglas del mercado, especialmente el externo y los productores deben tener claro qué tipo de carne es la que se debe producir para participar con éxito en el mercado.
Existe una serie de alimentos, diferentes a los tradicionales forrajes frescos de calidad, los granos y los silajes henos y henolajes que contribuyen a una buena nutrición del ganado. Es el caso de los diferentes subproductos de agroindustria y residuos de cosecha (frutas y hortalizas) que se producen en las fincas.
Saber qué se puede usar y cómo hacerlo y qué respuesta productiva y económica genera ese alimento es básico para tomar una decisión en materia de alimentación. (Lea: Estas son las principales frutas que come el ganado)
Según el jefe de producción en Inta (Argentina) e Investigador académico Aníbal Fernández Mayer, los desechos de frutas y hojas (banano, yuca, etc.) tienen un gran potencial nutricional, en general con un buen contenido en azúcares y alta proporción de agua. Debido a ello, el ensilaje es el mejor método para conservarlos. Para asegurar una adecuada fermentación es necesario, en la mayoría de los casos, mezclar estos residuos con alguna fuente correctora (fibrosa, tipo pajas, o rica en azúcares, tipo granos, melaza, etc.), de esta forma se mejora la calidad y la condición del ensilado.
Igualmente, la pulpa, mezcla de hollejo y semillas, representa un quinto del peso total del tomate fresco y tiene un alto valor nutritivo por lo que resulta una fuente rica de proteínas.
Puesto que el tomate es muy perecedero y tiene un alto contenido en agua, si se deja a la intemperie se deteriora rápidamente y se llena de mohos. Por eso, al ensilar la pulpa es preciso mezclar capas alternadas de pulpa con otros subproductos fibrosos, tales como paja triturada, salvado de trigo, etc., para absorber y evitar la pérdida del efluente.
Otra opción es el orujo de uva. Después del prensado de 100 kilogramos de uvas queda un residuo de 5 a 10 kilogramos de orujo (semilla, pulpa y tallos) que tiene un contenido de 50 % de materia seca y un valor nutritivo relativamente bajo. Sin embargo, al ensilar el orujo fresco mezclado con subproductos de alta calidad como el salvado de trigo, la pulpa de tomate u otros residuos energéticos-fibrosos, se mejora su fermentación y su almacenamiento y se obtiene un ensilaje bien conservado y apetecible.
Así mismo, los residuos cítricos son otra alternativa porque tienen un nivel de materia seca del 13 al 18 %, proteína del 5 al 9 %, además de calcio y fósforo. Igualmente cuentan con muy buena digestibilidad (75 al 90 %) y concentración energética (2,6 a 3,4 Mcal Energía Metabolizable/kg. MS), aportado por un alto contenido de azúcares solubles y ricos en fibra muy digestible (11 al 12 %). (Lea: Frutos frescos y secos, gran opción nutricional para el ganado)
También está elorujo de manzana compuesto por la pulpa, cáscara y endocarpio –centro-. Tiene proteínas del 6 al 8 %, y materia seca del 10 al 15 %.
Igualmente, los residuos de la cosecha de banano y los subproductos son de gran importancia para la alimentación de rumiantes. Allí están las frutas rechazadas que son una buena fuente de energía para los animales. Las vacas lecheras o bovinos para carne las apetecen y pueden consumir grandes cantidades. Los niveles de Fibra Bruta (FB) y Proteína Bruta (PB) son bajos, como también el contenido de minerales, por lo que deben ser distribuidas con pasto fresco u otro forraje voluminoso para prevenir problemas en el rumen.
Cuando se dispone de grandes cantidades de rechazo de banano se puede ensilar, para ello se lo debe triturar y mezclar con uno o varios alimentos ricos en proteína, como orujo seco, desecho de pescado y hojas de yuca.
Las hojas y pseudotroncos del banano son otras fuentes de forraje muy útiles, sobre todo en la época seca. Se pueden triturar y distribuir frescos o se pueden ensilar. Tiene niveles muy bajos en proteínas y minerales por lo que es necesario agregar alguna fuente rica en proteína, como harinas de oleaginosas, bloques multinutricionales, hojas de yuca, orujos, etc. para mejorar su respuesta productiva.
Los pseudotroncos se pueden triturar y ensilar una vez que el racimo ha sido cosechado y se ha cortado la planta. Si al ensilar se agrega una fuente fácilmente fermentable de carbohidratos como melaza o raíces cortadas y alimentos ricos en proteína se obtiene un buen ensilaje. (Lea: Aproveche las frutas maduras para alimentar el ganado)
El profesional también plantea el uso de los cultivos que tienen raíces aptas para ensilar, como es el caso de la yuca y la papa.
En el caso de la yuca, tanto la raíz como las hojas se usan como forraje para el ganado lechero y de carne. Las raíces frescas o secadas al sol sirven de forraje en diversas formas: cortadas en tajadas, trituradas o molidas, y substituyen en muchos países a los granos de cereales. Las raíces de yuca son una buena fuente de energía, ya que son ricas en carbohidratos solubles y almidón, que es un importante ingrediente de la ración y un buen aporte energético para la microflora del rumen.
La ración diaria de raíces puede ser abundante, hasta 25 % del consumo total de MS. Pero se debe agregar alguna otra fuente rica en proteína y minerales para equilibrar la ración total. El alto contenido de carbohidratos fácilmente fermentables hacen de esta raíz un excelente aditivo energético para ensilajes mixtos con desechos de pescado, hojas de yuca, orujos, etc.
Por su parte, las hojas de yuca son un alimento rico en proteínas y muy valioso para los rumiantes. La yuca fresca cruda, contiene glucósidos cianogénicos -compuestos ricos en ácido cianhídrico (HCN)- que son tóxicos para los animales monogástricos, pero las hojas pueden ser usadas para alimentar rumiantes, ya que los microorganismos del rumen pueden anular el efecto tóxico.
Por otra parte, tanto el secado al sol como el ensilaje eliminan el efecto tóxico. El ensilaje de las hojas de yuca es el procedimiento más sencillo y eficaz, que no solo reduce la concentración de HCN a valores sin riesgo para los animales monogástricos, sino también permite conservar el valor nutritivo de las hojas para ser usadas en épocas críticas. Las hojas solas o la planta completa se deben triturar y luego se las ensila solas o mezcladas con alimentos ricos en energía como residuos de banano, raíces u orujo. Este ensilaje es un alimento bastante equilibrado para las vacas lecheras. (Lea: Aproveche la yuca para la alimentar sus ganados)
Todas estas son alternativas de alimentación para el ganado que pueden resultar económicas porque en muchos casos son productos que se cultivan en la misma finca, lo importante es conocer cuáles son sus cualidades y cómo deben mezclarse o procesarse para que resulte nutritivo para los animales.