La sangre derivada del beneficio de los animales, si se extrae directamente del sistema circulatorio del animal y se trata con procedimientos higiénicos, se puede desdoblar en plasma y glóbulos rojos.
Debido a sus cualidades nutricionales por el aporte de aminoácidos esenciales, el plasma se considera internacionalmente como un complemente alimenticio y también como aditivo alimentario natural; se utiliza para la elaboración de distintos productos alimenticios.
La sangre constituye una buena fuente de proteínas y minerales. Las posibles aplicaciones de la sangre no se restringen únicamente a la industria de alimentos, encuentra diversas posibilidades de empleo en campo como la medicina y la industria. (Lea: ¿Qué se considera un subproducto de la ganadería?)
Su uso se aprecia cada día más debido a la problemática nutricional en el mundo, ya que es una excelente fuente de aminoácidos y de hierro.
Sin embargo, su consumo ha sido restringido a causo del riesgo microbiológico derivado del mal manejo en la recolección y almacenamiento, o transmisión de enfermedades zoonóticas y a prejuicios religiosos; recordemos que judíos y musulmanes no consumen sangre y para los hindúes los bovinos son sagrados.
Actualmente, he crecido levemente el procedimiento y consumo del plasma sanguíneo para usar como aditivo en la industria de embutidos, aprovechando su valiosa calidad proteica y sus excelentes propiedades funcionales como son solubilidad y capacidad gelificante y emulsificante.
La fracción corpuscular se usa, con otros subproductos, en la elaboración de harina de sangre para la alimentación de animales. (Lea: Cómo se utilizan los subproductos bovinos)
Hierro de “Pura Sangre”
La sangre de los bovinos es una fuente rica de proteínas y hierro hemo, el cual es de alto valor biológico debido a la gran capacidad que tiene de ser absorbido en el intestino humano.
El aprovechamiento del grupo hemo como fuente de hierro nutricional se presenta como una alternativa integral par frente a la deficiencia de este micronutriente en la población mundial, según lo reportan organizaciones internacionales como FAO, OMS, UNICEF, el Instituto Nacional de Salud y el ICBF.
El hierro para consumo humano disponible en la dieta puede ser clasificado en dos grupos: el hemo y el no hemo. Dentro del segundo se encuentran principalmente el hierro proveniente de alimentos de origen no vegetal, el cual presenta baja absorción, entre el 2% y el 7%, mientras que el hierro hemo, las aves y el pescado en forma de hemoglobina o mioglobina, presenta una absorción dos o tres veces mayor. (Lea: Beneficios que se obtienen de los subproductos)
Fuente: Revista de la Cadena Cárnica, edición 39, abril de 2019.