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Sistema de cama caliente para estabulación de bovinos

Foto: revistaverde.com.uy

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Aprenda sobre el sistema de cama caliente en estabulación de bovinos

por: CONtexto ganadero- 31 de Diciembre 1969

El sistema de estabulación en cama caliente es una opción viable para ganaderos en regiones de baja pluviosidad.

Los médicos veterinarios Luis Miguel Jiménez y Nuria Roger, explican en una investigación que el sistema de estabulación en cama caliente es una técnica tradicionalmente utilizada en zonas con baja pluviosidad, es decir, regiones donde las precipitaciones anuales son inferiores a 300 litros. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Cómo se elaboran las camas de compost para el ganado?)

Este tipo de estabulación presenta varias ventajas, especialmente relacionadas con el ahorro en la inversión inicial. Sin embargo, también implica una serie de retos, particularmente en cuanto a la calidad de la leche y la higiene del ganado, lo que requiere una adecuada gestión de los recursos y el espacio disponible.

Una de las características distintivas del sistema de estabulación en cama caliente es la clara diferenciación entre dos zonas principales: la zona de reposo y la zona de recreo o patio.

La zona de reposo es donde los bovinos descansas y se les proporciona una cama. Idealmente, el establo que aloja esta zona debe ser totalmente abierto para facilitar la ventilación natural, con una altura mínima de 5 metros en su punto más bajo, lo que contribuye a una ventilación pasiva que ayuda a regular la temperatura y reducir la humedad.

El suelo en esta zona puede ser de cemento o de tierra prensada, siendo esta última la opción más recomendada debido a su capacidad para facilitar el drenaje de líquidos. De acuerdo con Jiménez y Roger, “estudios han demostrado que cuando el espacio por vaca es inferior a los 5 m2, el riesgo de infección intramamaria aumenta, lo que lleva a un mayor recuento de células somáticas en la leche y una mayor incidencia de mastitis clínica”.

Una zona de recreo o patio es más amplia que la zona de reposo, y es donde los bovinos comen, beben y se relacionan entre ellos. Se recomienda que el patio tenga al menos 25 m2 por animal, aunque en la práctica, muchas instalaciones no cumplen con esta proporción. En este patio se colocan los bebederos y comederos, y es fundamental mantener las condiciones higiénicas para evitar problemas de salud, como infecciones bacterianas.

Jiménez y Roger aseguran que la cama utilizada en este tipo de estabulación está hecha de paja. El calor, la humedad y los nutrientes presentes en la paja conforman un entorno óptimo para el desarrollo de bacterias como estreptococos y coliformes. Estas bacterias representan un riesgo para la salud de los bovinos, aumentando la incidencia de mastitis y otros problemas relacionados con la higiene.

Es por esta razón que para evitar la proliferación bacteriana en las camas, hay que minimizar la cantidad de paja añadida a diario, lo que ayuda a reducir el riesgo de fermentación. La cantidad ideal de cama por vaca y día es de entre 9 y 10 kg.

Además, los profesionales aconsejan el uso de desinfectantes como el superfosfato de cal, que no solo tiene propiedades absorbentes, sino que también ayuda a mantener un pH bajo, lo que dificulta el crecimiento de bacterias.

En climas con alta humedad, el patio suele estar mojado, lo que afecta negativamente la calidad de la cama. La humedad favorece el desarrollo de bacterias y compromete la higiene general de los bovinos, incrementando el riesgo de mastitis ambiental. (Lea en CONtexto ganadero: Algunas claves a la hora de elaborar camas para vacas, cerdos y pollos)