El campo es tan diverso, que existe la posibilidad de realizar abonos, insecticidas, fertilizantes y repelentes orgánicos con materiales que son muy comunes en las fincas. Conozca cómo elaborarlos y no morir en el intento.
Existen muchas alternativas que pueden utilizar los productores para abaratar costos de producción y hacer más rentables sus fincas. En el canal de Youtube, El Productor Tv, Leonardo Mejía, productor de arroz explica que es un amante de la agroecología, razón que lo ha llevado a rescatar los conceptos ancestrales para combatir las plagas. (Lea: La agricultura y la ganadería ecológica mejoran la biodiversidad)
Los fertilizantes orgánicos tienen la ventaja de aprovechar residuos, aumentar la actividad microbiana del suelo, recuperar la materia orgánica del mismo y necesitar menos energía para su elaboración.
Es por esto que el experto dice que para elaborarlos hace uso del abono bovino descompuesto el cual contiene nitrógeno, fósforo, potasio y otros elementos que puede ser empleado en todos los cultivos, así como también para el compostaje.
El estiércol es uno de los fertilizantes más económicos, pues se puede comprar u obtenerlo de los animales. Expertos dicen que algunas heces de animales tienen una alta tasa de nitrógeno y puede ser utilizada directamente en la tierra.
Además, el mismo productor hace uso de la cascarilla de arroz la carbonizan cuando la mezclan con silicio que sirve como un insecticida natural debido a que entre las propiedades del silicio está que distribuye los nutrientes y fortifica los cultivos.
En palabras de Mejía, “entonces las plantas absorben el silicio y queda cubierta como de un cristal, por lo tanto, cuando viene la plaga ya no puede atacar porque se encuentra con un vidrio, demostrando las propiedades del silicio”.
El productor menciona que la carbonización es sencilla, pues se prende una fogata que luego es apagada con la cascarilla de arroz y posteriormente es tapada con arena para que se queme lentamente, es decir, con poco oxigeno.
“Entonces el mejor resultado es basado en 50-50, un tarro de tierra y otro de biochar de cascarilla de arroz, lo cual hace que sea excelente como compostaje”, menciona Mejía.
En ese orden de ideas, y en su amor por la agroecología, el experto dice que también utiliza en su predio el carbón vegetal que se elabora con los rastrojos de la madera que hay en la finca, teniendo en cuenta que las propiedades de este se basan en ser un material poroso, lo cual permite que “este sea el hogar de todas las bacterias que hay en el ambiente”, agrega Mejía.
El mismo profesional habla que en su finca hace uso de un material al cual cataloga como “mágico” llamado azolla anabaena deshidratada, que posee nitrógeno del 4 al 5%, indispensable para todos los cultivos.
“Este material también tiene fósforo y potasio, por ende, se puede decir que es completo, siendo una fuente de materia orgánica para el suelo”, describe Mejía. (Lea: Ventajas y clasificación de los abonos orgánicos)
Para los suelos que son muy ácidos, el experto hace uso de carbonato de calcio el cual se encarga de regular el pH para que la planta logre desarrollarse mejor. También menciona la ceniza blanca que es fundamental para proteger a las plantas de algunas plagas, esto es, que sirve como insecticida orgánico que no contamina y tampoco genera un costo.