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La peste boba es una enfermedad que se puede prevenir en el hato.

Foto: bmeditores.mx

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Aprenda a prevenir la peste boba de terneras y reducir las pérdidas

por: - 31 de Diciembre 1969

La peste boba es una enfermedad que afecta a los terneros en sus primeros meses de vida pero se puede prevenir con sencillas medidas que el ganadero debe adoptar.

La neumoenteritis o peste boba es una enfermedad que afecta a los terneros menores de tres meses lo cual puede llegar a ocasionar la muerte del animal con el consecuente efecto negativo en el negocio ganadero.

La enfermedad afecta el sistema digestivo y el respiratorio. Los agentes patógenos más comunes son E.Coli, Salmonella sp, Clostridium sp, Pasterella sp y virus (rotavirus), que se encuentran en el medio ambiente y entran al ternero por el ombligo cuando no se cura correctamente ni con la frecuencia adecuada, o en ambientes muy contaminados pueden entrar por vía oral, aunque no es muy común, según un artículo publicado en la revista de la Cooperativa de Ganaderos del Centro y Norte del Valle (Cogancevalle).

Allí se indica que los síntomas más comunes son diarrea, artritis, fiebre, postración extendiendo el cuello y extremidades, inapetencia, cólicos, deshidratación, dificultad respiratoria, tos, al inicio de la enfermedad boca seca y luego secreción (babeo intenso), lagrimeo, los terneros se muestran decaídos con la cabeza baja y los ojos semi cerrados, quejidos y algunos permanecen con la boca abierta

Por su parte, Fernando Zapata, de Ganaderos Colombia, en su canal de youtube, señala que en estos casos la ternera se deshidrata fácilmente, se le va a ver el ojo hundido y el hocico reseco. A la hora de alimentarla se va a notar en ella un desánimo para recibir el tetero, va a sacar la lengua hacia un lado y no va a tomar nada. (Lea: Peste boba, una enfermedad que afecta a los terneros)

Su presentación obedece principalmente a la mala curación del ombligo en el momento del nacimiento y a un déficit en el sistema inmunológico del animal. Puede haber mayor predisposición de la enfermedad en explotaciones conmalas prácticas de aseo y desinfección y con deficiencia en la prevención y control de entidades patológicas. Si un ternero nace y queda postrado en medio de excretas y barro, y no se le atiende prontamente para desinfectarle el ombligo, seguramente será candidato a peste boba, de acuerdo con lo expuesto en el portal abc.finkeros.com

La mejor estrategia para evitar la presentación de esta enfermedad es mediante la prevención. Por esta razón se propone implementar un protocolo que consiste en la buena curación del ombligo justo después del nacimiento ya que disminuye la probabilidad de la presentación de la enfermedad (se sugiere utilizar especialmente yodo blanco para tal fin).

Igualmente, se debe procurar la ingestión del calostro por parte del ternero, con lo que se puede garantizar una inmunización materna; vacunar los terneros una vez (a las pocas horas) nacen con vacunas que contengan Salmonella sp., E. coliyPasteurellasp., e implementar Buenas Prácticas Ganaderas.

Entre tanto, en la nota de Cogancevalle, se plantea que para evitar la presentación de esta enfermedad, se debe garantizar el consumo de calostro en cantidad y calidad necesaria en las primeras 24 horas de vida, teniendo en cuenta que para que el calostro sea de buena calidad, se debe alimentar adecuadamente las vacas preñadas, especialmente en los últimos dos meses de preñez.

La cantidad adecuada de calostro para el ternero debe ser de 2 litros en las primeras 6 horas de vida y se deben suministrar 4 litros adicionales repartidos en 3 a 6 tomas durante las primeras 24 horas de vida, o un consumo del 10 % de su peso corporal en calostro. La razón por la cual es tan importante el consumo de calostro, es porque el sistema inmune al momento del nacimiento es inmaduro e incapaz de producir suficientes inmunoglobulinas (Ig) para combatir infecciones. (Lea: Esté alerta por las enfermedades respiratorias en terneros)

Se debe tener en cuenta que por vía placentaria se transfieren las primeras Ig séricas al ternero provenientes de la madre, en consecuencia, el ternero nace sin inmunidad humoral (anticuerpos) y depende casi totalmente de la transferencia pasiva de inmunoglobulinas maternas presentes en el calostro y el intestino delgado tiene la mayor capacidad de absorber las inmunoglobulinas Ig en las primeras 6 horas de vida y paulatinamente va perdiendo esta capacidad hasta las 24 horas.

Otro factor muy importante que se pasa por alto, son las vacunas que se deben colocar a las futuras madres. Se pueden prevenir las muertes por peste boba en terneros, vacunando las vacas con vacunas que contengan la mayor cantidad posible de Clostridium, en el octavo mes de gestación.

Adicionalmente, hacer una curación correcta de ombligo, utilizando una solución de yodo al 5 % y alcohol antiséptico en una dilución uno a uno, aplicando sobre el ombligo 3 veces al día por 3 días.

A su vez, Zapata plantea que para prevenir esta enfermedad y la muerte del animal existe una vacuna que se inyecta vía muscular y se llama Neumoganadera 3S que viene en presentación de 2 ml y se debe mantener refrigerada.

Se debe aplicar una sola vez durante los primeros tres meses de vida y una por cada ternera. Se aplica con una jeringa de las que se usa para subcutánea que es corta pero ancha para que no vaya a tocar ningún nervio y afectar su motricidad. Se aplica en la parte del anca baja.