Todos los subproductos obtenidos luego del proceso de beneficio formal de los bovinos son susceptibles de ser aprovechados. La piel, los cuernos, las pezuñas, los huesos, la borla de la cola, entre otros, son algunos ejemplos de las partes del cuerpo del animal que se les puede dar manejo.
A continuación les presentamos la utilización de algunos subproductos:
Glándulas
El aprovechamiento de las glándulas con fines terapéuticos se como opoterapia. El tratamiento se realiza sobre distintas enfermedades con extracto obtenido de las distintas glándulas de secreción interna.
Los preparados opoterápicos se utilizan casi siempre como medicamentos, pero de vez en cuando se adicionan a ciertos alimentos de características opoterápicas.
El mercado internacional y la medicina alternativa solicitan subproductos para uso farmacéutico para suplir necesidades humanas. (Lea: ¿Qué se considera un subproducto de la ganadería?)
Cálculos biliares
Son depósitos duros similares a cristales de roca que se forman dentro de la vesícula biliar. Son fuente de colesterol para la industria farmacéutica y la confección de cosméticos, amuletos, microchips y la extracción de sales de calcio y fósforo. Existe alta demanda de estos subproductos con precios atractivos.
Piel
La calidad de las piles crudas depende de las buenas prácticas aplicadas a la producción ganadera, de los cuidados que se tienen durante el transporte de los animales, de las buenas prácticas de manufactura en los mataderos y de la manipulación y conservación de las mismas.
Pieles de buena calidad son aquellas que están libres de defectos producidos en las unidades de explotación ganadera como rayones, marcas inadecuadas, y defectos producidos por ectoparásitos.
En los mataderos es frecuente que las pieles se deterioren o pierdan valor comercial a causa de diseños irregulares de las plantas, así como por rayones y huecos producidos por el mal uso de los implementos de trabajo.
De las pieles curtidas se obtienen productos manufacturados como chaquetas, bolsos, muebles, calzado, cinturones, y carteras; además de otros derivados como la carnaza, gelatina, cápsulas, farmacéuticas, y juguetes caninos para exportación; del ripio se obtienen láminas para plantillas y del sebo, jabones, velas y cosméticos. (Lea: Conozca la clasificación de subproductos bovinos)
Grasa
La grasa de los animales se puede clasificar en comestible y no comestible por el hombre. El sebo comestible se emplea para la elaboración de margarinas, grasas para repostería y para cocina, chicles, y dulces; el sebo no comestible por el hombre se utiliza para alimentación de animales, elaboración de cosméticos, jabones, lubricantes, insecticidas y germicidas.
Borla de la cola, pelos y cerdas
Su aprovechamiento se orienta básicamente, a la obtención de harina con destino al aporte de nitrógeno a los suelos, y a la confección de cepillos, pinceles, brochas, alfombras, felpas y aislamientos y equipos deportivos. Los pelos de cola tienen demanda para la confección de cepillos.
Cuernos, pezuñas y huesos
El estuche córneo, médula y pezuñas se someten a proceso de calcinado para la obtención de harinas que se emplean como fertilizante.
El hueso carnudo es de alta demanda para el arte culinario y el blanco –llamado hueso poroso o blanco–, en especial el fémur, es muy cotizado por el mercado internacional para su uso como plato exquisito en asados. (Lea: Conozca cuáles son los subproductos bovinos comestibles)
La producción de gelatinas, cola, y artesanías permite generar valor agregado a estos subproductos y crear fuentes de empleo de alto impacto social.
Fuente: Revista de la Cadena Cárnica, edición 39 de abril de 2019.