El parto es el momento crítico para la salud de la madre y su cría, las medidas que se tomen alrededor de este permitirán siempre mejores resultados.

Según el médico veterinario especialista, Ricardo Arenas, en un nuevo capítulo del Manual Práctico Ganadero elaborado por la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), el parto y la lactancia pueden producir edema o infección de la ubre y del útero que se deben tratar siempre siguiendo las recomendaciones de un médico veterinario.

Las horas siguientes al parto son muy importantes para el desarrollo de la cría y la recuperación de la madre. Si la vaca tiene los pezones inflamados o muy gruesos seguramente se le dificultará a la cría su amamantamiento y esto afectará la salud de la cría que no podrá recibir los anticuerpos indispensables del calostro y también de la madre que presentará rápidamente una mastitis clínica.

La inflamación excesiva de la glándula mamaria asociada al parto es un padecimiento frecuente en ganado bovino. Este desbalance se conoce con el nombre de edema mamario o edema de ubre. Particularmente, las hembras primíparas experimentan este fenómeno de manera más grave y frecuente.

La inflamación de la ubre puede generar una serie de efectos negativos sobre el animal, como el incremento en la presentación de mastitis, pezones dañados o endurecidos, ubres heridas y daño en los ligamentos, que han sido características asociadas al edema de ubre. (Lea: Inflamación de la ubre en una novilla: ¿mastitis o edema)

Además, el dolor y estrés que experimentan los animales que sufren este mal, generalmente detectado por dificultades durante el ordeño, puede afectar el desempeño productivo de los mismos haciendo que el pico de producción disminuya y por consiguiente la producción total de la lactancia se reducirá ostensiblemente.

Tratamiento

Una forma de reducir la presentación del edema mamario es el manejo adecuado de la dieta durante el preparto, evitando ingredientes que puedan generar la inflamación y la acumulación de líquidos.

De igual manera, es posible disminuir la inflamación mediante tratamiento diurético y desinflamatorio, así como la utilización de tratamiento local con baños de agua tibia y sales que reduzcan el dolor y la inflamación.

En animales de buena producción láctea o de pezones muy grandes, cuando se tiene una producción de cría es necesario ordeñarlos un poco para que disminuyan de tamaño y el ternero los pueda coger.

Una vez que la cría ha mamado el calostro, si la madre es buena productora de leche hay que terminar de descargar la ubre y seguirlo haciendo dos veces al día. Si terminado el proceso la ubre se nota muy inflamada, es recomendable aplicar pomada antiinflamatoria realizando un masaje firme en toda la zona edematosa sin que llegue a causarle dolor y daño al animal. (Lea: Edemas en bovinos, síntoma que alerta sobre enfermedades)

Si la inflamación es muy fuerte se recomienda colocar paños alternados de agua tibia y fría, uno a continuación de otro. Adicionalmente, puede ser necesario aplicar un diurético, siempre bajo la supervisión de un profesional.

Por otro lado, en procesos de partos distócicos o en malas condiciones del entorno, es muy probable que se genere una infección en el útero del animal pues a la hora del parto este se encuentra expuesto.

La metritis es la inflamación de útero por infección, generalmente bacteriana y esto hace que el periodo de puerperio o involución uterina a sus condiciones normales se demore y, por consiguiente, el primer ciclo después del parto se alarga haciendo que la vaca amplíe su periodo abierto.

Existen algunos protocolos usados por médicos veterinarios en las que todos los animales una vez paren se les realiza un lavado uterino como medida preventiva. Sin embargo, lo mejor es un buen manejo sanitario, una preparación correcta en el preparto y condiciones adecuadas del sitio o potreros de parición.
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