Un flujo de caja o flujo de efectivo sólido y bien gestionado no solo permite cubrir gastos regulares, sino que también proporciona estabilidad ante contingencias y la oportunidad de aprovechar nuevas inversiones. (Lea en CONtexto ganadero: Cómo generar flujo de caja en levante o ceba)

El flujo de caja, también conocido como flujo de efectivo, representa el movimiento de dinero que entra y sale de una empresa ganadera durante un periodo determinado. Este indicador financiero refleja la capacidad de la finca para generar liquidez, cumplir con sus obligaciones operativas y realizar inversiones.

Antonio Kusanovic Olate, agrónomo y ganadero, enfatiza que “el flujo de efectivo es el dinero que entra o sale de la ganadería. Tener un buen flujo de caja significa disponer de dinero, cubrir gastos, pero ante todo, aprovechar las oportunidades que se presentan”.

En un negocio ganadero, donde los ingresos suelen ser estacionales y los gastos variables, el flujo de efectivo ayuda a cubrir gastos operativos, afrontar gastos imprevistos y mantener la inversión en activos.

Uno de los mayores beneficios del flujo de caja es su capacidad para preparar a las empresas ganaderas ante imprevistos o contingencias, que pueden variar desde emergencias sanitarias, daños en infraestructura hasta fluctuaciones en el precio de los insumos.

De acuerdo con Kusanovic Olate, “el 82% de las pequeñas empresas fallan por problemas de flujo de efectivo. Por lo cual, tenerlo bajo control es clave para la estabilidad y el crecimiento del negocio ganadero”.

Esto significa que se debe hacer una planificación y control del flujo de caja para mantener la estabilidad financiera de la empresa ganadera. Un flujo de efectivo bien gestionado permite disponer de fondos suficientes para afrontar las contingencias sin poner en riesgo la operación del negocio.

“Imagínese que tiene gastos imprevistos en su finca relacionados con reparaciones o aumento en el precio de los insumos. En ese caso, tener un buen flujo de efectivo permite cubrirlos sin afectar la estabilidad del negocio”, describe Kusanovic Olate.

Una estrategia para mantener el negocio de manera saludable es crear proyecciones del flujo de caja. Estas proyecciones o estimaciones deben incluir todos los ingresos y egresos probables en un periodo de tiempo. En esta planificación financiera se debe incorporar escenarios optimistas y pesimistas que ayuden a prever las contingencias.

Según Kusanovic Olate, “el ganadero debe realizar un seguimiento mensual de los ingresos y los gastos del negocio ganadero, para anticiparse a problemas y tomar mejores decisiones para la estabilidad y futuro del negocio”.

Finalmente, una correcta gestión del flujo de efectivo no solo prepara a las empresas ganaderas para enfrentar desafíos, sino que también permite optimizar los recursos disponibles y aprovechar las oportunidades. El registro detallado de los movimientos financieros no solo evidencia patrones de gasto, sino que también identifica posibles fugas o ineficiencias que pueden corregirse. (Lea en CONtexto ganadero: El ganadero debe ser consciente de la importancia de generar flujo de caja)

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