"Se debe lograr que la vaca este preñada a los 80 días, para reducir el intervalo entre partos y a la vez, que sea más productiva en su lactancia, y eso se hace a través de la inseminación artificial".   Para Pietro Baruselli, médico veterinario y quien fuera presidente de la Sociedad Brasilera de Embriones, y actualmente investigador de reproducción animal de la Universidad de Sao Paulo, "la vaca preñada temprano, produce más leche".    "Se requiere mucho estudio para conocer la inseminación. En Brasil la costumbre es usar toros para mejorar la genética. Solo el 3 por ciento de las vacas son inseminadas y el 97 por ciento restante es con toro".   Anticipar la concepción   La apuesta con la inseminación es sincronizar las vacas. "Con toro se logró preñar el 44 % de las vacas, pero con el Inseminación a Término Fijo, IAFT, más toro, se logra 75 % y ocho terneros más".   En un hato de mil cabezas de ganado logró disminuir 18 días con la primera inseminación.   Al realizar dos o tres sincronizaciones ha bajado de 80 a 64 días. Lo hizo con vacas Nelore. "Insemina y 14 días después, se coloca el dispositivo".   Para mejorar la genética si se hace con toro se demora 15 años, pero si la hace mediante el método de inseminación se demora 10 años.   Con Nelore de 14 meses y tres inseminaciones, obtuvo 80 por ciento de preñez en 64 días.   "Las vacas no ha destetado y ya obtienen la siguiente preñez", explicó Baruselli.   Nutrición, genética y menos tiempo de preñez, recomienda el investigador.   "Hemos crecido de seis millones a 12 millones de vacas sincronizadas.   Avance rápido   Jaiver Peña, médico veterinario, de Florencia - Caquetá, considera que "es una técnica muy buena con la cual vamos a lograr tener un avance más rápido en genética y lograr introducirlo a la ganadería y así, mejorar parámetros productivos y reproductivos".   Disminuir los índices de días abiertos, y edad al primer parto, y en cuanto a parámetros productivos, ganancias diarias en razas de carne. Y en lecheras, aumento de producción de leche.   En lecherías especializadas mejorar la amplitud de costillas, posición de ubre y de pezones, disminuir incidencia de mastitis y algunas enfermedades codales.   En Colombia esta técnica no han llegado tan rápido. Por falta de conocimiento, los ganaderos son esquivos para introducirlas en sus fincas. Ante el factor económico se abstienen. Y que en algunas partes no se han hecho buenos trabajos y protocolos, entonces, los resultados esperados no son ideales. Los productores pierden confianza en esta técnica.   Los porcentajes de preñez son bajos, por decir, 20 por ciento, y las personas pierden la confianza en esta técnica.   Empresas que venden semen   Hay empresas que venden semen, y otras los equipos para reproducción como por ejemplo Cryogen que venden termos para congelación de semen, las pistolas para descongelación de pajillas, también los equipos. Hace transferencia de embriones y semen que van más como para la línea de carne. Hay otras empresas como ADS, Semex, que tienen una gana más amplia de pajillas, que van desde razas cárnicas, doble propósito hasta ganados de leche.   "Va a llegar el tiempo en que esta técnica se va a volver necesaria para llegar más rápido, porque está comprando pajillas que nos valen entre $50.000 y $80.000 y ésta pajilla es de un toro que tienen un valor muy alto que podría ser de $2.000 o $3.000 millones de pesos".   "Comparándolos con toros que tenemos en las fincas o que se compran a 3, 4 y 5 millones, pueden ser puros, y con registro, pero entonces, no van a tener el mismo mejoramiento que se le ha hecho a algunos toros de los cuales venden pajillas".   "Es una práctica que tenemos que implementar porque tenemos que ir sujetos e ir mejorando a todos los cambios y a todas las exigencias que nos van poniendo en el camino. Miguel Ángel Rueda, zootecnista, IATF -Inseminación a tiempo fijo señala que es una forma de programar los celos de los animales y nos permite tener una mejor observación de esos celos.   "Es un programa novedoso y de buenos resultados. Porque es una forma de programar la ganadería para las épocas en las que se va a tener mayor cantidad de comida.