Los moscos, zancudos, tábanos y garrapatas son comunes en climas con altas temperaturas y humedad relativa, insectos que son transmisores de parásitos que amenazan hasta la vida de los animales y así lo testifican ganaderos del sur del departamento del Atlántico.
Luis Ferreira, Administrador de empresas agropecuarias en una nota de La Finca de Hoy explica que en la región Caribe existen muchas enfermedades, sobre todo, en la Costa Atlántica que es una zona endémica donde se encuentran hemoparasitios que causan anemia en los animales y posteriormente la muerte si no se trata a tiempo.
Todas las zonas ganaderas localizadas en áreas de trópico bajo y trópico medio se consideran regiones enzoóticas para los hemoparásitos, de acuerdo con una nota del portal infortamboandina.co
La presencia en la sangre de los bovinos de esos parásitos transmitidos a través de los insectos vectores que gustan del clima cálido suelen no manifestar síntomas al principio de la infestación, indicó el profesional. (Lea: Conozca cómo afectan los hemoparásitos al ganado bovino)
La fiebre, debilidad, pérdida de peso, disminución del apetito y de sus rendimientos productivos, coágulos o coloraciones rosadas que se observan en la leche y sangrado en la orina solo aparecen cuando las afectaciones son ya muy graves y el animal padece de una anemia aguda.
Habría algunos animales más vulnerables que otros. Vacas que estén en proceso de lactancia, recién paridas porque ellas tienden a estar más débiles.
En tal sentido, una nota del portal corpmontana.com, señala que en animales neonatos, por ejemplo, la deficiencia de hierro es más marcada debido a que solamente se alimentan de leche, que es pobre en reservas de hierro. Por otra parte, la deficiencia de hierro también es asociada comúnmente con pérdida crónica de sangre debido a la presencia de parásitos internos o externos, lesiones gastrointestinales sangrantes o defectos hemostáticos, lo que conduce a desarrollar anemia.
La anemia en bovinos es de gran importancia debido a que causa pérdidas económicas directas e indirectas. Las pérdidas directas son debido a la mortalidad y morbilidad, las perdidas indirectas se observan en la forma de una reducida productividad.
El no manejo oportuno de una anemia progresiva en un animal, fácilmente puede estar causando su muerte en dos o tres semanas porque es un hemoparásito que se aloja en la sangre y va robando leucocitos llevando al animal al suelo y ya es demasiado tarde para su recuperación, indicó Ferreira. (Lea: Ácido fólico, una vitamina para mejorar la producción ganadera)
En el caso de gravedad en donde la vaca puede morir o abortar y los machos resultar estériles, debido a los hemoparásitos lo más recomendado es la prevención mediante un detallado plan sanitario.
Lo ideal, dijo el experto, es el baño cada mes con la rotación de productos que se consiguen en el mercado y cada baño aplicarlo a contrapelo, es decir, de abajo hacia arriba levantando el pelo de los animales. Eso va a ahorrar plata y dolores de cabeza en el tratamiento del ganado.
Una anemia progresiva puede causar la muerte pero igualmente recuperar un animal implica un costo alto.
Debido a las similitudes en sus características clínicas y epidemiológicas, a nivel de campo generalmente no se realiza el diagnóstico final de enfermedades producidas por hemoparásitos; sin embargo, un diagnóstico etiológico es necesario para la toma de medidas profilácticas en el mediano y largo plazo, señala la nota de infortamboandina.co
La nutrición también ayuda a que el bovino sea más resistente a estas enfermedades. Una buena dosis de vitaminas y la rotación de potreros ayudan a la sanidad de los animales. (Lea: Hemoparásitos: conozca su impacto económico, control y tratamiento)
Diagnosticada la infestación, los expertos recomiendan aplicar productos especializados contra los hemoparásitos. La idea es que cada aguja se deseche después de la aplicación para que este elemento no resulte siendo también factor de transmisión de un animal a otro.