A medida que la hembra bovina envejece y tiene partos sucesivos, es más difícil lograr una nueva preñez, por lo cual los médicos veterinarios deben emplear nuevas estrategias para que sea exitosa. Acá le contamos algunas alternativas que utilizan en este propósito.
En la entrega anterior, el médico veterinario y magíster en Ciencias Veterinarias, César Augusto Gómez Velásquez, explicó que la preñez de una novilla al primer servicio no debería acarrear mayores problemas debido a su temprana edad y su organismo es “nuevo”.
“En una vaca es más complejo el servicio porque tenemos un útero que se acaba de recuperar después de un parto y se tiene que restablecer su actividad cíclica en los ovarios”, dijo. (Lea: Aspectos a tener en cuenta para mejorar preñez al primer servicio en novillas)
Agregó que el organismo de la vaca debe contar con suficiente energía para que el cuerpo lúteo esté bien formado y produzca las grandes cantidades de progesterona que se requieren en los dos primeros tercios de gestación, lo que facilita la implantación y la placentación.
Por este motivo, el primer consejo es vigilar la salud reproductiva del animal y la sanidad del útero, que esté involucionado completamente y sin residuos purulentos o mucopurulentos en su interior, lo que facilitaría que el primer servicio sea efectivo.
El segundo consejo es determinar el balance energético negativo (BEN) en vacas de lechería especializada o en ganaderías doble propósito para saber si es posible fecundar. (Lea: 3 factores que inciden en la fertilidad al primer servicio en hatos lecheros)
“Hay fincas que tienen un periodo de espera voluntario más amplio, para que la vaca se recupere tanto energética como sanitariamente para empezar a servirla y que solo baste el primero para fecundarla”, aclaró el médico veterinario.
De este modo, Gómez señaló que, como profesional, procura servir la vaca en el día 60 o 70, teniendo en cuenta que los ovocitos que se están produciendo en estas fechas ya han tenido una preparación bioquímica y metabólica antes del parto.
“Uno de los manejos más rentables para los servicios es que un mes o 20 días preparto se empiecen a dar dietas de transición para que el ovario no se impacte metabólicamente. Así, a los 60 o 70 días posparto, ovule un ovocito de muy buena calidad”, explicó.
En general, Gómez recomendó prestar atención a las vacas después de su primer parto, en aspectos como lactancias, pues aquellas con alta producción tienen comprometida su actividad ovárica, entre otros. (Lea: Impacto de un programa agresivo de reproducción de vaquillas)
“(Adicionalmente), hay que diagnosticar muy bien la vaca parida entre los 25 y 40 días posparto, pues en esa época se presentan patologías ováricas como quistes. Por eso se debe determinar que el primer servicio no se haga con la presencia de un quiste, porque obviamente va a fracasar”, remató.