No todas las razas sirven para una explotación ganadera y por eso a la hora de hacer la selección se deben tener en cuenta diversas condiciones.

Así lo planteó Román Jiménez, productor de ganadería regenerativa y Presidente de Acoganar, quien manifestó que para seleccionar el biotipo de animal en una producción bovina se deben buscar aquellos ejemplares que se adapten eficientemente al entorno y las condiciones de la explotación.

En el caso de una ganadería regenerativa, en donde se maneja el pastoreo sin hacer uso de insumos externos, en ocasiones de ultra alta densidad y pastoreo no selectivo la escogencia del animal es más minuciosa.

Sostuvo que cualquier animal puede vivir bajo dichas condiciones como las de la ganadería regenerativa pero lo importante es que sea rentable para el ganadero y de ahí que este sea uno de los principales criterios de selección. (Lea: La ganadería regenerativa tiene potencial para reciclar y secuestrar carbono)

“Comercialmente estamos acostumbrados a que hay ciertas razas para ciertos tipos de producción y que se deben buscar las razas de mayores producciones individuales pero en este tipo de prácticas empezamos a ir en contra de cierto tipo de animales”, indicó.

Para este tipo de ganadería se promueve mucho el uso de las razas criollas. En el caso del Magdalena Medio, por ejemplo, con una humedad relativa muy alta, el romosinuano es una de las razas que mejor se adapta a dichas condiciones.

Si es para una zona de ladera el animal insignia el recomendado es el Blanco Orejinegro (BON), aunque no es la única raza.

Además como se deja de lado la dependencia de insumos se debe buscar el animal que tenga menos carga parasitaria, por ejemplo garrapatas y moscas, que son los que deberían escogerse para este tipo de explotación.

También es preciso seleccionar los que no necesitan ayudas externas para mantenerse como es el caso de vitaminas y tratamientos continuos de podología. (Lea: ¿Sabe de qué se trata el concepto de ganadería regenerativa?)

Frente a la ganadería tradicional cambian los índices de evaluación y los factores y en este caso el principal factor es la condición corporal en las características propias de la zona y sin ayudas externas como sería un animal de feria que se le da más concentrado.

La ganadería regenerativa garantiza un sistema inmune sano, un sistema reproductivo activo y funcional, indica que tiene una buena producción y está ganando peso lo que significa que tiene buena conversión alimentaria.

Así mismo se busca una hembra que para lo más pronto posible, que tenga su primera cría a los 24 meses y luego a los 30 meses tenga su segunda cría al lado. Que sean vacas con altos niveles de fertilidad

La selección de los machos tiene unos índices diferentes pues se busca la precocidad de los terneros vistos en campo, que tenga una madurez sexual temprana que en el caso de los toros se manifiesta a las 12 meses

De igual manera señaló que para un buen desempeño de los animales en este tipo de explotación hay que empezar a dejar ciertas áreas de protección en las fincas, se deben buscar alternativas que sean rentables para estos espacios, como sería la conservación del agua. (Lea: Ganadería regenerativa, un modelo sostenible para Colombia)

No se traen especies para sembrar de otras áreas porque no se sabe qué daños puedan causar al ecosistema y por eso la apuesta debe ser por los materiales nativos para alimentar al ganado.

Establecer bancos de forrajes aumenta la oferta alimentaria para los bovinos y ayuda a complementar la vegetación natural, concluyó.