La exagerada cantidad de leche que está entrando al país ha llevado a que incluso la fecha de vencimiento de algunos productos haya caducado y las autoridades no se percaten de la situación.

Las importaciones de lácteos al país han sido tan grandes, que incluso están entrando a Colombia productos con fechas de expiración vencidas. Así lo develaron la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, y la Cámara Gremial de la Leche, quienes en una carta enviada el pasado miércoles, 31 de enero, al presidente de la República, Juan Manuel Santos, dejaron claro que al llegar los productos más económicos “se ve amenazada seriamente la sostenibilidad de la actividad láctea y el ingreso de más de 400.000 pequeños productores”.

En la misiva, José Félix Lafaurie y Mariano Restrepo Flores, denuncian este hecho que afecta enormemente al sector lechero del país. Una muestra de esta situación es que entre enero y octubre del año pasado, se importaron aproximadamente 28.594 toneladas de productos lácteos, es decir: un 369% más que en el mismo periodo de 2011.

Estándar sanitario, la gran preocupación

Ante esto, Fedegán y la Cámara Gremial de la Leche consideran que el arancel impuesto en la entrada de leche en polvo desde Argentina, debe introducirse, también, en los productos que provienen de países como Chile, Ecuador, Uruguay, Bolivia y Estados Unidos. Pues sostienen, que durante el año 2012 ingresaron al país 3.892 toneladas de leche en polvo originarias de Ecuador y Bolivia, países que, a pesar de contar con un estándar sanitario más bajo que el colombiano, pueden exportar leche sin que el Instituto Colombiano de Agricultura, ICA, y el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, Invima, realicen con anterioridad controles y verificaciones previas.

El contrabando, otro frente a controlar

Ante el aumento del contrabando de productos traídos desde Venezuela, Fedegán denunció que por el departamento de Arauca están ingresando al país “productos como leche en polvo y quesos fabricados con leche subsidiada, que son reempacados y comercializados en la ciudad de Cúcuta e incluso en la capital de Colombia, agudizando así la difícil situación del sector frente al ingreso de importaciones legales al amparo de los Tratados de Libre Comercio”.

Para luchar contra ese flagelo, que día a día distorsiona el mercado nacional, el gremio ganadero propone la instalación de puestos de control a lo largo de la frontera colombo-venezolana “con  presencia permanente de las autoridades sanitarias y aduaneras, lo cual debe ser combinado con operativos conjuntos en lugares estratégicos, como carreteras y expendios”. (Inspección efectiva al contrabando en la frontera, pide Fedegán).