A nivel mundial se registra escasez de termos para poder realizar las labores de inseminación artificial, advirtió Ricardo Camacho, director de servicios genéticos de ABS.

Señaló que a raíz de la pandemia muchos de los contenedores quedaron represados en altamar y otros en puerto y la salinidad fue generando corrosión en ellos. Además, algunos fueron chatarrizados por obsolescencia.

Con la crisis marítima que se registra en la actualidad se debió incursionar en la elaboración de nuevos contenedores y todo el material metálico que está saliendo en estos momentos se está yendo para dicho fin. (Lea: ¿Cómo se debe garantizar la calidad y fertilidad del semen?)

Esto ha llevado a que no se tenga suficiente material para la elaboración de termos para la adecuada conservación de material para realizar inseminación. 

Sostuvo que para la elaboración de este tipo de termos no se puede utilizar material reciclado porque se pueden generar poros y por ahí se van filtraciones de nitrógeno.

“Desde ABS lo que estamos haciendo es que cada vez que hacemos una importación de Estados Unidos, de Europa o de Brasil, traemos algunos termos para poder subsanar las necesidades de nuestros clientes”.

El semen se almacena sumergido en tanques de nitrógeno líquido, a una temperatura de -196 ºC. A esta temperatura el semen mantiene su fertilidad por periodos prolongados, sin embargo, cuando ocurren cambios de temperatura su calidad puede disminuir de forma irreversible.

Por eso debe verificarse constantemente el nivel de nitrógeno dentro del tanque y evitar que este descienda por debajo del nivel en que se encuentra el semen. Además, se recomienda mantener el tanque lleno o al menos con un alto nivel de nitrógeno. (Lea: Conozca el protocolo de bioseguridad que deben seguir los vacunadores)

El tanque debe ser mantenido tapado, en un lugar fresco y a resguardo de la luz solar y de corrientes fuertes de viento, para evitar la evaporación excesiva de nitrógeno. También es aconsejable ponerse sobre tablas o madera para evitar el contacto directo con el piso, lo que puede oxidar el fondo del tanque.

Solo debe destaparse el tanque para sacar la pajilla con la que se va a inseminar, o en el momento en que va a ser medido o completado el nitrógeno o el inventario de semen porque cada vez que se destapa pierde nitrógeno.

Movimientos rápidos, deslizarlo por el piso, golpearlo o transportarlo atrás en la camioneta sin la debida protección, o suelto sobre el asiento del auto, amén del peligro para el conductor, aumentan el riesgo de rotura del mismo. Una vez que se rompe se pierde el vacío y su aislamiento, y el nitrógeno se evapora rápidamente. La pérdida del mismo se evidenciará porque se forma hielo alrededor de la boca del termo.

Siempre se lo debe transportar en posición vertical, aun estando vacío, y no se lo debe inclinar nunca excepto para retirarle el nitrógeno. La forma correcta de moverlo es con dos personas cada una tomando una de las asas del mismo; y esto hay que hacerlo la mínima y necesaria cantidad de veces.

Es muy común que el termo permanezca en el mismo lugar que otros productos para el campo, por lo que se debe revisar que los productos que allí se encuentran no liberen aerosoles dañinos para el semen, ni cerca de algunos agroquímicos muy volátiles. (Lea: Algunas prácticas que pueden afectar la calidad espermática del semen bovino)

El tiempo de duración se refiere al tiempo en el que el termo mantiene el nitrógeno en su interior y refleja la capacidad aislante del mismo. Generalmente van de 8 a 32 semanas dependiendo del fabricante y el modelo. Fuera de esto es conveniente una vez a la semana revisar el nitrógeno remanente. Para ello se introduce hasta el fondo una regla de plástico, se la deja 5 segundos y se la retira. Enseguida se formará una película de hielo en la parte que se sumergió y sirve de guía para saber cuántos centímetros de nitrógeno quedan todavía en el mismo.

En el mercado existe una gran cantidad de marcas, modelos y tamaños de tanques de nitrógeno líquido por lo que la selección dependerá, entre otros factores, del criterio del productor y del médico veterinario que lo asesore, tomando en consideración el número de animales a inseminar, la duración de la temporada de servicios,la cantidad de semen que se va a almacenar, la disponibilidad de nitrógeno en la zona y las posibilidades económicas del productor.