A lo largo de los años se han tejido una serie de mitos alrededor de la ganadería que causan una grave afectación a los productores que, en su mayoría, son pequeños y medianos, y son personas honestas y consagradas a esta actividad.
Muchos de esos mitos surgen de grupos que están mal informados o se quedan con el conocimiento de hace décadas o que tienen un interés contrario a la ganadería, planteó Ricardo Arenas, médico veterinario especialista, en un nuevo capítulo del Manual Práctico Ganadero, elaborado por Fedegán.
Allí señaló algunos de esos mitos, los cuales se aclararán en está y en la siguiente nota que publicaremos en CONtexto Ganadero.
Mito 1. La ganadería es una de las principales causas del cambio climático y los gases de efecto invernadero.
Toda actividad humana genera alteraciones en el ecosistema, si bien la ganadería podría contribuir con la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) por la rumia de los animales, especialmente en sistemas intensivos, también puede jugar un papel determinante en la mitigación del cambio climático a través de prácticas como la rotación de potreros, los sistemas silvopastoriles, el buen uso del ecosistema ganadero para capturar carbono y la agroforestería.
Este mito surge en 2006 cuando la FAO afirma que el sector ganadero era un actor importante en el cambio climático pues se adjudicó a este la responsabilidad de emitir el 18 % de los GEI, medidos en CO2 equivalente, una contribución mucho mayor que la del sector de transporte. Sin embargo, la misma FAO en 2013 desmintió esto y aceptó que su metodología en el estudio presentaba algunas inconsistencias, pero la idea quedó y ha venido creciendo como bola de nieve, indicó Arenas. (Lea en CONtexto ganadero: Gases de efecto invernadero ¿la culpa es de la vaca?)
Recientemente el EPA reportó que para Estados Unidos las emisiones de GEI que se originaban en el sector agropecuario eran el 9 %, mientras que solo 4 % correspondía a la ganadería. Estos son valores mucho más reales y menores a los que se decían anteriormente. Investigaciones recientes indican que las estimaciones del potencial de calentamiento global o el gas metano producido por los animales es sobreestimado toda vez que los modelos de ganadería sostenible pueden llegar a ser, incluso, en ecosistemas negativos a los Gases de Efecto Invernadero. Esto significa que todo el sistema captura más carbono que el emitido como CO2 y gas metano que produce la rumia natural de los animales.
Mito 2. La ganadería es una actividad ambiental destructiva.
La ganadería, cuando se practica de manera sostenible y responsable puede contribuir a la conservación del medio ambiente. Los ganaderos colombianos implementan prácticas como la rotación de praderas y la reforestación que ayudan a mantener la biodiversidad y la salud de los ecosistemas mejorando así la calidad del suelo y la conservación del agua en el ciclo natural de esta.
La ganadería puede coexistir, perfectamente, con la conservación de la biodiversidad mediante prácticas de pastoreo rotativo, restauración de pastizales, conservación de corredores biológicos que promuevan la biodiversidad de especies vegetales y animales en los paisajes ganaderos.
Mito 3. La ganadería es una de las causas de la deforestación.
Es indiscutible que la expansión de la frontera agrícola y la ganadera ha sido un factor relevante de la deforestación en la América tropical en el pasado, sin embargo, no ha sido el único factor y se debe poner el tema en contexto general para evaluarlo adecuadamente.
El sector ganadero está llevando a cabo acciones para reducir la deforestación, a través de las buenas prácticas ganaderas y valorar los servicios ambientales y ecosistémicos que se pueden prestar, Los principales objetivos de estos proyectos incluyen la implementación de las diferentes modalidades de agroforestería, sistemas silvopastoriles, conservación y recuperación de los bosques y mejorar los indicadores de la funcionabilidad ecológica de los paisajes ganaderos. (Lea en CONtexto ganadero: Ganadería sostenible como solución al cambio climático y la deforestación)
La ganadería en muchos países, incluyendo a Colombia, está incorporando valores de sostenibilidad integral en los sistemas productivos y va asumiendo su papel protagónico en el desarrollo económico, social y ambientalmente sostenible. La ganadería moderna y sostenible, a base de sistemas silvopastoriles, promovida desde hace muchos años por Fedegán, es parte de la solución y no del problema. La deforestación es un fenómeno multifacético, que involucra una variedad de actividades humanas y no solo la ganadería.
Factores como la expansión de la agricultura, la tala ilegal, la minería ilegal, la urbanización misma y la producción de cultivos ilícitos también contribuyen de manera significativa a la deforestación. En muchas zonas boscosas y selváticas del país, la ganadería ha sido más una víctima que una causa de la deforestación, toda vez que los actores ilegales han usado la ganadería para hacer posesión de estas tierras y luego desarrollar sus actividades ilícitas.
Mito 4. Los ganaderos no se preocupan por los animales.
Los ganaderos son los más interesados en el bienestar animal ya que un animal que cumpla con sus estándares siempre será más productivo y de esa producción depende el sustento de sus familias y la seguridad alimentaria del país. Además, en varios países como Colombia se han establecido regulaciones y certificaciones que promueven el bienestar animal en la producción ganadera, fomentando prácticas sostenibles y éticas en la industria. Son cinco las libertades del bienestar animal: libres de hambre y sed, de estrés y miedo, de enfermedad, de frío o calor excesivo, y libres para comportarse como su naturaleza animal lo indica.
Mito 5. Se les quita la leche a los terneros para dársela a los humanos.
Las vacas de razas seleccionadas para la producción de leche son animales que producen diariamente entre 15 y 30 litros de leche durante los nueve meses que dura la lactancia. Los terneros deben consumir, aproximadamente, entre cuatro y siete meses leche, según el modelo de crianza y en una cantidad, de acuerdo a su edad, que puede oscilar entre cuatro y ocho litros diarios, cantidades mayores podrían generar problemas de salud al mismo ternero y, por otra parte, si no se extrae la totalidad de la leche que produce la vaca diariamente, sufrirá inmediatamente problemas de salud como la mastitis.