El mercado internacional de la proteína roja es muy diverso y heterogéneo, razón por la que países como Colombia no tiene el acceso pleno a esta abundancia de consumidores que habitan en los distintos destinos de exportación.
Álvaro Pereira Ramela, jefe de Acceso e Inteligencia de Mercados del Instituto Nacional de Carnes de Uruguay (INAC), indica que Uruguay y Colombia no pueden hacer un usufructo total de exportaciones mundiales debido a que hay un mecanismo o paso previo que se debe realizar a la hora de explotar el marketing de las carnes (Lea: Señor productor: tiene claro qué busca el consumidor actual de carne)
“Este paso previo es el trabajo de acceso a mercados. Tanto Uruguay como Colombia tienen agenda pendiente en este aspecto. Este se define por dos variables”, asegura Pereira Ramela.
De acuerdo con el profesional, en un lado se encuentra el tema sanitario - no arancelario, que se enfoca en las barreras técnicas del comercio. Esto quiere decir que antes de hablar de exportar a un determinado país, se debe tener ese mercado abierto.
“No solo abierto, se debe tener para todas las plantas y todos los productos. Debemos lograr exportar carne con y sin hueso, así como también las menudencias. Hay un montón de trabajo de diplomacia sanitaria que es el esfuerzo de abrir todos los mercados”, explica Pereira Ramela.
Además, hay que realizar la tarea de conseguir los tratados de libre comercio, siendo este el eje arancelario, pues no es lo mismo ingresar a un mercado sin pagar impuestos que haciéndolo teniendo que pagar un porcentaje alto de aranceles.
“Esto es un castigo muy grande al precio de la carne que se traduce al precio del animal, así como al bienestar del productor agropecuario. Es importante trabajar en acuerdos que le permitan al ganadero sacar el máximo beneficio de su explotaciones”, menciona Pereira Ramela.
Todo esto se traduce en el hecho que exportar alimentos es un asunto muy delicado, pues no se está enviando productos de vestir ni tecnología, sino que es un tema que está ligado a la salud de las personas que lo consumen, razón por la que hay bastantes restricciones y normas para la protección sanitaria.
“Además es muy delicado porque tiene que ver con la identidad nacional y con la forma en que cada país decide ser autosuficiente o no, así como darle protección al sector agropecuario nacional o no. Esta es la razón por la cual hay aranceles y protecciones”, señala Pereira Ramela.
La delicadeza y la sensibilidad de este sector hacen que antes de pensar en crear marcas y pensar en estrategias de marketing, se debe tener muy bien trabajado el acceso a mercados en estos dos ejes, el sanitario y el arancelario.
“Colombia tiene un nivel de logros muy importante y envidiable para Uruguay que hay que reconocerlo y especialmente valorarlo. Colombia no tiene un acuerdo comercial con China y está negociando uno con Japón, pero para todos los otros países tiene totalmente resuelto el elemento arancelario y lo ha hecho de muy buena manera, es por esto que le lleva una gran ventaja a Uruguay”, concluye Pereira Ramela. (Lea: China: un mercado de carne variado pero imponente)