Durante el 1° Seminario Internacional de Ganadería y Medio Ambiente, Jacobo Arango Mejía, un reconocido biólogo y científico, hizo una intervención destacada sobre la importancia de la ganadería sostenible en el contexto actual.
Jacobo Arango Mejía es Biólogo de la Pontificia Universidad Javeriana y Doctor en Ciencias Vegetales de la Universidad de Alemania. Actualmente, se desempeña como científico de Forrajes Tropicales en la Alianza de Biodiversidad Internacional y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT). En su grupo de investigación, estudian los ciclos de nitrógeno y carbono en sistemas agrícolas basados en forrajes tropicales, buscando soluciones para mejorar la productividad y reducir los impactos ambientales.
En su intervención, Jacobo Arango Mejía afirmó que aunque la ganadería presenta problemas que deben ser abordados y mejorados, no se puede prescindir de ella en el futuro. A nivel mundial, la ganadería genera alrededor de 1.300 millones de empleos y utiliza la mayor cantidad de tierra dentro del sector agropecuario. Es importante destacar que en Latinoamérica se estima que más de 200 millones de hectáreas se encuentran en estado de degradación y no son productivas, en gran parte debido a prácticas de manejo inadecuadas.
De acuerdo con Arango, uno de los principales desafíos de la ganadería es su impacto ambiental, especialmente en términos de emisiones. Los sistemas ganaderos ocupan la mayor extensión de tierra a nivel mundial y es fundamental mejorar su gestión. Desde el CIAT, el punto de partida es la biodiversidad, y su enfoque se centra en los forrajes tropicales.
Banco de semillas forrajeras del CIAT
El CIAT cuenta con un banco de semillas que alberga las colecciones más grandes del mundo en tres cultivos clave: yuca, frijol y forrajes tropicales. Esto no solo tiene como objetivo conservar la biodiversidad, sino también realizar descubrimientos dentro de ella.
En el caso específico de los forrajes tropicales, el CIAT cuenta con más de 23,000 accesiones, es decir, plantas individuales que han sido identificadas por los científicos para potenciar su uso. El objetivo principal es identificar y producir forrajes más productivos, que puedan generar una mayor biomasa y de mejor calidad. Esto contribuiría a aumentar la productividad animal y de los cultivos.
En los últimos años, el CIAT también ha estado investigando cómo estos forrajes pueden ayudar a reducir los impactos ambientales, tanto en términos de la reducción del área requerida para satisfacer la demanda como en la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Una de las estrategias promovidas por el CIAT es el uso de pasturas con raíces profundas, las cuales pueden capturar CO2 de la atmósfera a través de la fotosíntesis y depositar parte de ese carbono en el suelo. Esto resulta mucho más beneficioso que tenerlo en la atmósfera. Además, cuando se combinan las pasturas con leguminosas u otros tipos de forrajes arbóreos, se puede aumentar la captura de carbono en el suelo, lo cual es altamente deseable.
Otro aspecto importante que ha sido investigado por el CIAT es la relación entre las pasturas y los microorganismos que consumen nitrógeno. Algunas pasturas tienen la capacidad de retener el nitrógeno en el suelo por más tiempo, evitando que se libere a la atmósfera en forma de óxido nitroso o contamine fuentes hídricas.
De acuerdo con Arango, mediante la mejora de las dietas del ganado, especialmente con la inclusión de leguminosas u otros forrajes arbóreos, es posible reducir de manera considerable las emisiones de metano, uno de los principales gases de efecto invernadero generados por la ganadería. Aunque alcanzar emisiones cero puede ser un objetivo difícil de lograr, la reducción de estas emisiones es una meta alcanzable y necesaria para mitigar el impacto ambiental de la ganadería.
La labor del CIAT en Colombia para la ganadería sostenible
El CIAT lleva a cabo varios proyectos en Colombia para promover la ganadería sostenible. Uno de ellos tiene como objetivo mejorar la eficiencia y reducir las emisiones en las operaciones de ganadería bovina a gran escala, como es el caso de la Hacienda San José en Vichada. También se está desarrollando un proyecto en colaboración con Agrosavia y el CIAT llamado Red Colombiana de Forrajes, que tiene como objetivo medir la huella de carbono en fincas de producción de carne en Córdoba. Por último, el CIAT está trabajando en soluciones basadas en el mercado para la producción sostenible de carne en alianza con el supermercado Éxito.
En resumen, en el CIAT los ganaderos tenemos una mina de oro´´ para reducir el impacto ambiental de la ganadería