Las pruebas de progenie son otra herramienta que sirve para la selección de los reproductores. Esta, a diferencia de las de desempeño, se realiza o se examina al reproductor en diferentes entornos, sitios y manejos.

Carlos Manrique Perdomo, zootecnista de la Universidad Nacional de Colombia y actual profesor del departamento de Producción Animal de la misma institución, indica que con esa evaluación en los diferentes manejos, desde el punto de vista de las estimaciones, técnicamente dan como resultado las mejores predicciones de los valores genéticos. (Lea: ¿Cómo tener las características del mejor toro o de la hembra excelente?)

“El problema es que como ya no es un solo sitio, con un mismo manejo, condiciones y tiempo, la cosa cambia porque aparte de tener los criterios de selección que se van a probar también se deben seguir otras reglamentaciones” señala Manrique Perdomo.

Reglamentación:

1. Elección de animales a probar: Es establecido por la empresa u organización que realice la prueba conjuntamente con los productores que van a participar con sus animales en la prueba.

2. Empresas ganaderas participantes: “Que son las ganaderías donde se van a probar estos animales y esto no significa tenerlos a la empresa ganadera 2 o 5 meses y luego llevarlo a otro y a otro. Esta se llama prueba de progenie porque voy a evaluar ese reproductor con base en lo que le transmitió a sus crías”, explica Manrique Perdomo.

Para esto lo que se programa es tener diferentes empresas ganaderas, contando con metodologías que permitan el criterio de bloqueo. “Lo único diferente es que los toros que vamos a probar lo ideal es que pasen por todas las empresas. En algunas instancias vamos a ver no es fácil y que de pronto en la práctica no se puede hacer.”, describe Manrique Perdomo. (Lea: ¿En qué consiste la Diferencia Esperada en Progenie?)

1. Número de vacas: La clave de este proceso es que se cuente con un número de vacas con las cuales se van a probar esos toros, pensando y garantizando que una vez se establezcan los programas de inseminación, se organicen unos criterios.

“Si me la estoy jugando, hágalo con una hembra que ya como mínimo le sé su vida reproductiva, porque ya más o menos tengo claro qué podría obtener de los animales”, menciona Manrique Perdomo.

1. Distribución del semen: Todo el proceso requiere una distribución del semen, por lo tanto aquí también se implementa con programas de inseminación, “porque todo el semen de los toros se distribuye en el número de empresas participantes, dependiendo del número de vacas que tengan, lo cual viene siendo toda una labor más compleja porque intervienen más actores”, asegura Manrique Perdomo. (Lea: La selección genética ya no debe apuntar a los animales de mayor rendimiento)

2. Control productivo, reproductivo, calidad: La idea es que implementando todos estos programas se tenga las progenies de esos reproductores, tomando todo el control.

“Desafortunadamente un reproductor se evalúa o califica con base en el desempeño de la primera lactancia de sus hijas, entonces tenemos que esperar a las hijas de ese animal para tener información que se conocen como predicciones genéticas”, menciona Manrique Perdomo. 

1. Evaluación: Este es un proceso más dispendioso y complicado, según menciona el profesional, porque requiere de coordinación de todas las personas participantes, pero la ventaja es que hay un mejor estimador del efecto genético.