El manejo inadecuado del ganado puede convertirse en una inviabilidad económica para el negocio. La recomendación es trabajar con los animales, no pasar trabajo con ellos. Uruguay, líder en producción bovina y gran exportador, evalúa el costo económico de no hacerlo. Según las Auditorías de Calidad de la Carne Bovina de Uruguay (INAC, edición 2013) el mal manejo animal en este país sudamericano genera grandes pérdidas a los ganaderos. En el caso de Uruguay INAC lo ha estimado en US$ 31 millones anuales en el total del inventario bovino. Las seis causas que son: machucones, pH elevado, decomisos de hígado, daños en el cuero, abscesos por inyectables y grasa amarilla. Según INAC, por cada animal se pierden US$ 15,50 y este valor se desagrega en seis causas que son: machucones (US$ 6,48), pH elevado (US$6,40), decomisos de hígado (US$1,77), daños en el cuero (US$ 0,30), abscesos por inyectables (US$0,28) y grasa amarilla (US$0,27). “La regla básica del manejo animal es trabajar con los animales y no pasar trabajo con los animales, tenemos que aprender el comportamiento de cada especie y su conducta particular”, dijo Lourdes Sequeira Secretaria de la Sociedad de Fomento Rural en Uruguay y consultora en Bienestar Animal (revista DeCarne - edición 32 de febrero de 2018). De acuerdo con Sequeira “cada vez que un animal estresado pasa más de media hora en un corral de encierro, pierde en promedio 1 % de su peso vivo (INIA 2011) y cada golpe dado a un animal significa dos kilos de carne perdidos por el machucón generado”. (Lea: El valor del manejo animal) ¿Qué lo ocasiona? “Hay dos consecuencias que son el estrés y las lesiones. El mal manejo condiciona la calidad de la carne y produce este producto de menor calidad, inadecuado pH (pH bajo: carne PSE-pálida, blanda y exudativa. pH alto: carne DFD - oscura, firme y seca), cambios de color y sabor, disminución de terneza e inferior rendimiento a nivel industrial por remoción de lesiones (Voisinet et al., 1997). (Lea: La dama del bienestar animal en Colombia) De acuerdo con la experta “a nivel productivo el cambio de entorno, hacinamiento, aislamiento, condiciones climáticas extremas -calor y frío-, sed, hambre, presencia de depredadores -incluido el hombre-, son estímulos en el ambiente que provocan estrés en el animal (INIA 2011). Si un animal no es manejado adecuadamente en esos momentos, su nivel de estrés aumenta y empieza a perder kilos progresivamente”. “Otra consecuencia son las lesiones: machucones y abscesos. Los primeros se generan por animales ariscos y nerviosos que, ante un mal manejo, son golpeados por el personal para conseguir que respondan a sus órdenes, o animales que por su nerviosismo se golpean entre sí o contra las instalaciones -mangas de trabajo en predios ganaderos, jaulas en vehículos de transporte y mangas de trabajo en plantas de faena-“. “A su vez todo machucón puede convertirse en un absceso. No se deben olvidar los generados por aplicación incorrecta de inyectables, tanto a nivel de tabla del cuello -zona correcta de aplicación- como en los cuartos traseros, en donde además de la pérdida por remoción de la lesión se perjudican los cortes de mayor valor económico en una res. Los valores para Uruguay son de 33 gramos a dos kilos (Huertas 2011)”, replicó. (Lea: 5 factores que alteran el comportamiento de las vacas) Agregó que “tanto los machucones como los abscesos son kilos de carne que se deben retirar -decomisar- de la canal animal al no ser aptos para consumo humano”.