En los Llanos Orientales crece un pasto que favorece la dieta de los rumiantes por su valor nutricional y la resistencia que tiene al suelo de esta región de Colombia, donde también se padece por la sequía. Se trata de la brachiaria dictyoneura, conocida como el pasto llanero. La opción de siembra de este material vegetal ha sido una opción para las ganaderías en suelos con características complejas. De acuerdo con Mario Noreña, experto en pastos, forrajes y docente en el área de manejo de praderas en la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín, esta brachiaria hace parte del grupo de las más tolerantes a suelos ácidos y es común verla en la amazonía, Llanos Orientales o zonas donde el Ph del suelo es superior a 5. “Entre las ventajas de especie está su adaptabilidad a suelos ácidos y el hecho de que tolera los ataques de plagas”, dijo Noreña. Se siembra por medio de semilla sexual pero es posible cultivarla con estolones por ser muy colonizadora o sacando macollas de plantas madres para sembrarlas de forma aleatoria con lo que colonizará un sitio. (Lea: Sistemas Silvopastoriles: no se trata solo de sembrar árboles) Si se siembra la semilla, anotó el experto en pastos y forrajes, se puede hacer de 4 a 6 kilos por hectárea o de 5 a 10 kilos del material. Todo dependerá de la calidad de la brachiaria. Con respecto al aporte nutricional del pasto llanero, explicó que fluctúa entre un 6 y 8 % en suelos no fertilizados y puede subir su nivel proteico si el suelo se maneja previo a la siembra. “Infortunadamente, en los suelos de los llanos no hay mucha oferta de minerales como calcio o magnesio, pero la planta tiene la agilidad de establecerse en estos sitios de bajos insumos”, destacó Mario Noreña como cualidad de la dictyoneura. Sobre la cosecha del pasto que consume el ganado dijo que su cosecha se puede dar entre los 35 a 45 días y por ser un pasto relativamente pequeño el hato consume su forraje en potrero. (Lea: ABC para aprender a dar vitaminas al ganado) Habla Mario Noreña, experto en pastos
José Carlos Marrugo, ingeniero agrónomo, recordó que el aporte mineral en suelos y pastos se alcanza si antes se ha estructurado un estudio de valoración de los mismos, con lo que se podrá determinar qué tipo de fertilización usar para que los forrajes que crezcan cumplan su cometido. Ricardo Antonio Ramírez, ingeniero agrónomo, concluyó que el rendimiento que pueda dar una pastura dependerá de la calidad del suelo para que crezca con todos los nutrientes requeridos por los animales. (Lea:Ganaderos aprenden a ver el suelo como un ser viviente) Ante ello, es pertinente hacer un análisis del suelo y de las plántulas con el que se confirmará qué se debe añadir al material vegetal para que nutra al hato bovino, en especial cuando se trata de zonas donde hay deficiencia de mineralesy hay alta acidez.