Federico Longo, ingeniero agrónomo, explica que los ganaderos se pueden enfrentar a distintas dificultades en sus primeras incursiones con el PRV, especialmente cuando no se tienen muchos conocimientos sobre este sistema.
Dice que a raíz de la sequía que se está viviendo en el mundo, “hay muchos productores que se quieren cambiar porque quieren ver una metodología para mejorar su tipo de producción y está genial que así lo hagan y así sea, pero antes de pasarse a estos sistemas como el Pastoreo Racional Voisin tienen que estar bien informados”.
En ese orden de ideas, el principal problema es no conocer de qué se trata este sistema, pues la implementación del PRV necesita de una comprensión detallada de los principios de manejo como la medición de la altura del pasto y la planificación precisa del tiempo de pastoreo y descanso. Los ganaderos pueden encontrar inicialmente abrumadora la curva de aprendizaje asociada con estos conceptos.
El segundo de los problemas es que, por no estar informados, no hacen un manejo adecuado de la infraestructura y llevan a cabo divisiones de potreros deliberadamente sin tener una visión de cómo se deben estructurar estos espacios y las condiciones que necesitan para su funcionamiento. (Lea en CONtexto ganadero: 10 razones por las cuales vale la pena hacer Pastoreo Racional Voisin)
“No se pueden hacer potreros todos cuadraditos y dejar el campo precioso. La idea es respetar los ambientes, planificar dónde estará el agua o si ya hay, entre otras cosas”, dice Longo.
Por ejemplo, si se tienen potreros que son más estivales, esas zonas se deben delimitar y reservarlas como potreros para la época del verano ya que pueden brindar la disponibilidad de forraje que necesitan los animales.
“Si tenemos potreros o zonas que son más invernales, esos espacios deben estar separados del resto y tratarlos como tal porque el campo responde diferente. No es lo mismo un bajo, que una media loma o una loma, entonces debemos considerar los ambientes y no se deben hacer cuadrados por hacer”, afirma Longo.
El tercero de estos desafíos es que se puede crear una resistencia por parte del ganado debido a que los animales pueden requerir tiempo para adaptarse a la nueva rutina y entender la rotación en los potreros, ya que el cambio no es fácil para todos.
En ese orden de ideas se tiene que el cuarto problema está relacionado con el manejo del tiempo porque el PRV requiere una gestión precisa del tiempo para determinar cuándo mover el ganado a nuevos potreros. Este enfoque puede ser más intenso en términos de tiempo, en comparación con sistemas de pastoreo más convencionales.
El quinto de los problemas a los que se enfrenta el ganadero es que “cuando armamos los potreros no se tiene en cuenta la disponibilidad de recursos humanos. Hay campos en los que el mismo dueño es el que se encarga de atender todo el pastoreo y a la vez tiene que cumplir con otras tareas en su predio. La cantidad de potreros y el modo en el que va a pastorear el ganado debe estar considerado en los recursos humanos que tengo disponible a la hora de implementar este sistema”, expone Longo. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Qué beneficios ambientales tiene el Pastoreo Racional Voisin?)