Es importante prestar atención a aspectos como el suministro de químicos por sonda nasogástrica, disminuciones de peso, los remedios caseros, entre otros. Cuando se habla de desparasitantes para caballos, muchos criadores se preguntan cuál es el mejor, el costo, sus resultados, la marca y su trayectoria, entre otros. En algunas ocasiones las drogas genéricas pueden ser comercializadas a bajo precio, debido a que el desarrollo tiene un costo inferior. Expertos señalan que hace 40 años los antiparasitarios eran voluminosos y difíciles de administrar, lo que hacía que el margen de seguridad fuera reducido. Con lo anterior nacieron algunos mitos referentes a esa práctica, por ello, CONtexto ganadero consultó las voces de expertos en el tema, con el fin de aclarar inquietudes sobre el uso de estos químicos, de los que depende la calidad de vida que se le da a los caballos. (Lea: El paso fino será el caballo oficial de Colombia) De acuerdo con Sebastián Reyes, médico veterinario de Equisalud, el primer mito que todo productor podrá haber escuchado está basado en asegurar que el caballo se desparasitará correctamente si el veterinario utiliza una sonda nasogástrica. “Eso es falso, esta práctica fue creada en un principio porque varios desparasitantes eran irritantes para las membranas orales, o bien se requerían dosis voluminosas que no podrían darse por otro medio. Con los componentes y formulaciones modernas no hay necesidad de usar una sonda nasogástrica para la administración de un antiparasitario”, indicó Reyes. Por su parte, Gustavo Torres, administrador de Mundo Equino y químico de la Universidad del Valle, explicó que un segundo mito que se manejan son los principios químicos tóxicos, los cuales aniquilan parásitos podrían ser tóxicos para el equino, y que inclusive, reduce el peso del animal. (Lea: Conozca cómo entrenar a su caballo, sin violencia) “Es falso, porque a finales de las décadas de los 60 y 70 una droga, conocida como organofosforados fue usada en caballos para remover gastrófilos (gusano del cuajo). En dosis terapéuticas el químico podría causar cambios fisiológicos, tanto en los parásitos, como en los caballos, entre los efectos estaban cólicos, salivación, incoordinación, ptrismos musculares y abortos en las yeguas gestantes. En la actualidad, los desparasitantes son muy superiores a estas drogas y los márgenes de seguridad están dados luego de hacerse pruebas en caballos, en los cuales no hubo un efecto secundario”, aseguró Torres. Para el médico veterinario el tercer mito que los productores escuchan es que los desparasitantes no son seguros para las yeguas, lo cual es falso, ya que la Administración de Alimentos y Drogas (FDA por sus siglas en inglés) le exige a las empresas fabricantes varias pruebas de seguridad para que en estos animales se pueda usar el producto, “en todo caso, es obligación de la empresa hacer la salvedad de si se puede utilizar o no el químico”. Un cuarto mito consiste en el uso de productos naturales o remedios caseros, a lo que Torres comentó que es cuestionable porque muchos nutriceúticos o herbolarios son comercializados y funcionan para erradicar parásitos, ninguno es regulado y certificado por los Centros de Medicina Veterinaria ni están sujetos a las restricciones del FDA. “Tampoco hay evidencia científica de la eficacia de los desparasitantes herbolarios. Si el productor desea hacer uso de ese tipo de productos, lo idea es hacer posteriormente un conteo de los huevos fecales”. (Lea: 10 recomendaciones para prevenir los cólicos en los equinos) El quinto mito, de acuerdo con el médico veterinario, es el uso de diferentes productos, dado que los medicamentos desarrollan parásitos inmunes. “Es falso. La rotación fue sugerida en un momento, porque los antihelmínticos no tenían un buen aspecto. Los antiparasitarios modernos poseen un buen espectro que actúa con gran variedad de parásitos con solo suministrarlo una vez”.