Tener un predio eficiente y rentable implica conocer muy bien la finca, los pastos, los animales y el propósito de la misma. Tenga claros estos conceptos y ahórrese dolores de cabeza. ¿Siente que invierte mucho dinero en su finca y los resultados no son buenos?; ¿Cree que usted tiene una respuesta a todo lo que ocurre en su predio?; ¿No permite que las nuevas tecnologías ingresen a su hato? Si respondió afirmativamente a estos 3 interrogantes, tenga cuidado, esos son solo algunos de los factores que pueden limitar el correcto desarrollo de un explotación. Entre los motivos para que un predio no dé su máximo potencial, hay varios en los que influye el propietario. Por esta razón, tenga presentes estos 5 factores en los que una decisión apresurada o no buscar ayuda profesional, pueden afectar el progreso de su empresa. (Lea: 5 errores que frenan el desarrollo de la ganadería de cría) No tener claro el rumbo Francisco Peña, PhD en ganadería de leche, aseguró que aunque son muchos los inconvenientes que pueden afectar el desarrollo y crecimiento de un hato, sin importar su especialidad, hay varios que son propiciados por el mismo propietario de la finca que aún quiere hacer varias tareas como las aprendió hace muchos años atrás. Hay productores que tienen una finca, pero no la conocen en su totalidad, no tienen claro su objetivo con ella y cuáles son las metas a corto, mediano y largo plazo. “Son esos empresarios que no tienen ni idea de lo que quieren. Eso genera muchas pérdidas e impide un desarrollo óptimo”, apuntó Peña. (Lea: 10 errores frecuentes de quienes empiezan en el negocio ganadero) Creer que sabe todo lo que hace Aunque nadie tiene la verdad absoluta y menos en ganadería en donde las condiciones de suelo, precipitaciones, pastos y adaptación de los animales pueden ser tan diversas, los empresarios que creen que tienen una respuesta para todas las dificultades que se presentan en el predio y no se dejan asesorar, fácilmente son los que más dinero deben invertir para revertir sus errores y equivocaciones. “O pasa todo lo contrario, se deja llevar por todo lo que dicen y los comentarios de la gente, sin revisar una investigación o pedir una asesoría con un profesional. Después toman una mala decisión y requieren plata para reparar el error”, agregó el experto. Escoger los toros a la ligera Luis Guillermo Fuentes, doctor en medicina veterinaria de la Universidad Nacional, indicó que un error garrafal es no cuidar bien a los reproductores que se adquieren para la finca, lo que atenta contra la genética de las generaciones venideras y la normal reproducción del hato. (Lea: Las 5 claves para tener vacas de alta producción) “No son necesarios tantos toros, pero sí se requiere manejarlos de forma correcta. Los buenos machos son los mejoradores del predio. En el mercado abundan reproductores mediocres procreando en las ganaderías, afortunadamente muchos con problemas tan serios que ni preñan, pero si estorban y hacen daño. Aquellos que logran reproducirse dañan la productividad de numerosos hatos. Frecuentemente se encuentran reproductores que dan pena, lástima y hasta ganas de llorar”, sostuvo Fuentes en un portal especializado. Tradicionalismo extremo Joaquín Gómez, médico veterinario, especialista en docencia universitaria y profesor de la cátedra de clínica para grandes especies, lamentó que aún haya productores que no quieran modernizarse y estén empeñados en hacer algunas labores tal cual como las hacían hace unos 50 años. “Son esos ganaderos que tienen el ordeño sucio, sin ninguna higiene, boñiga en los corrales y tierra, sin importarles que eso puede afectar la calidad de la leche. Incluso, el personal que tienen está desactualizado y el ordeño lo hace alguien sin el aseo necesario”, criticó. (Lea: Los errores que deben evitar los ganaderos en épocas críticas) Mala alimentación En algunos casos, el no haber hecho un estudio de suelos antes de sembrar determinada variedad de pasturas puede influir en el rendimiento de los semovientes, ya que no expresan su máximo potencial, están mal alimentados y el productor cree en muchas ocasiones que la culpa es de la vaca y no de lo que come. “Hay fincas que desde que se montan están erradas y no responden al proyecto de ganadería que se tiene pensado. Los suelos son regulares, el pasto de mala calidad y al meter el ganado en esas condiciones, obviamente no va a rendir”, expresó Gómez. Los 3 profesionales coincidieron en que es necesaria la asesoría de un profesional, ya que él les va permitir detectar aquellas falencias que los productores están cometiendo, cómo mejorarlas y ayudarán a conducir al predio por un camino correcto. (Lea: 5 consejos para elegir suplementos ideales para su hato ganadero)