A la hora de elegir un tanque frío, el productor debe tener en cuenta aspectos como la capacidad, el consumo de energía, el sistema de enfriamiento, el tipo de lavado y el costo.   Cuando un ganadero desea adquirir un tanque frío, muchas veces no tiene idea de cuál es el más apropiado para su finca.   CONtexto ganadero consultó a Fabio Medina, técnico instalador de tanques y equipos de ordeño, quien explicó que el objetivo de comprar un tanque es evitar la reproducción de bacterias en la leche. (Lea: Equipos de ordeño podrían afectar la salud de los trabajadores)   “Las bacterias se reproducen en una proporción de 80 veces cada minuto, lo que quiere decir que al estar en un tanque frío, la leche se mantiene con mejor calidad”, indicó.   En primer lugar un ganadero debe tener en cuenta la capacidad del tanque que va a elegir. Según Medina, en el mercado se pueden conseguir desde 500 litros, pasando por 1.000, 1.500, 2.000, 4.000, 5.000 y 10 mil litros. (Lea: Lo que puede que usted no sepa sobre equipos de ordeño mecánicos)   Esto naturalmente influye en el costo. Un tanque de 1.000 litros cuesta alrededor de $25 millones, el de 2.000 en $30 millones, el de 4.000 en $90 millones y el de 5.000 en $115 millones.   Por este motivo, el ganadero debe hacer una evaluación juiciosa de la producción promedio de su finca (que generalmente cuantifica en cantinas), de sus costos y de sus posibilidades de pago y acceso a determinadas ayudas como el Incentivo a la Capitalización Rural, ICR, antes de adquirir un tanque.   En cuanto al consumo de energía, señaló que no es tan elevado como creen algunos ganaderos, sino entre 10 o 15 kilovatios más que en ganaderías que no lo tienen. Esto se debe a que el tanque demora una hora en enfriar la leche después de que se ha terminado el ordeño.   “Si el ordeño se acaba a las 4 de la tarde, a las 5 ya está fría la leche, con la mayoría de los tanques”, precisó. (Lea: Aspectos que usted no conocía de la conservación de leche en tanques)   La leche sale de la vaca a una temperatura promedio de 35ºC y debe enfriarse hasta llegar de 4 a 6ºC, en las cuales el conteo de bacterias se reduce de 25 mil millones por mililitro a 3.000.   Cuando ya se tiene el tanque, el productor pecuario debe hacer control de la temperatura de la máquina cada 2 horas llegado el caso se reporte un daño o el servicio de energía no funcione.   El consumo de energía debe de los caballos de fuerza, HP, que tenga un tanque. Un tanque de 1.500 litros tiene entre 3 y 5 HP, y con el motor agitador se suman alrededor de 0,5 HP.   En promedio, un motor de 1 HP consume 0,76 kilovatios por hora, kW-h. Si trabaja con toda la potencia, un tanque de 3,5 HP gasta 2,61 kW-h. En comparación, un televisor LCD de 40 pulgadas utiliza 0,150 kW-h, una nevera 0,849 kW-H y una plancha 1 kW-h. (Lea: Recomendaciones para almacenar y conservar leche en la finca)   Asimismo, se debe tener en cuenta el sistema de enfriamiento. Hay tanques que traen soluciones anticongelantes que extraen el calor, tanto del fondo como de las paredes laterales.   Este factor también influye en el gasto de energía eléctrica, pues hay otros que utilizan plaquetas. De acuerdo con Medina, los tanques elaborados en el país consumen más energía por las plaquetas, mientras que los importados tienen otro estilo que utiliza menos energía.   Escuche la explicación del técnico sobre el aseo de los tanques

Finalmente, el sistema de lavado es el quinto aspecto que se debe tener claro. El experto aclaró que hay 2 tipos de lavado: manual y automático.   “Hay tanques vienen cerrados con un programa de lavado. Y otros que son abiertos que se lavan manualmente con un kit que incluye un cepillo y una escoba, unos detergentes y se le da al cliente toda la capacitación para hacer el aseo y desinfectarlo”, dijo.