La fecha fue establecida en conmemoración de la muerte de Hugh Hammond Bennett, un científico norteamericano que creó un movimiento dedicado a proteger la tierra en los Estados Unidos, además trabajó en la preservación del recurso fundamental para la producción agropecuaria. Tras el fallecimiento de Bennett ocurrido el 7 de julio de 1963, se hicieron muchos esfuerzos para que el día de su muerte pasara a la historia. Fue así como se decretó el Día Mundial de la conservación del suelo, ya que el científico de origen norteamericano trabajó constantemente en la preservación de la integridad de este recurso natural de gran importancia para los ecosistemas, sistemas productivos agropecuarios y la calidad de vida de todos los seres vivos. (Reportaje: Tipos de suelos y formas de tratarlos a favor de la ganadería) “La tierra productiva es nuestra base, porque cada cosa que nosotros hacemos comienza y se mantiene con la sostenida productividad de nuestros suelos agrícolas”, expresó Bennett en uno de sus apartados, razón por la que se le considera como el padre en la materia. Ante tal fecha y en homenaje a quien dedicó toda su vida a trabajar por cuidar el suelo y todo lo que eso implica, este diario le da a conocer 5 claves para conservar la tierra. 1. Labranza mínima Eugenio Capacho Mogollón, decano de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Pamplona, aseguró que una de las actividades que se debe evitar en las explotaciones es el arado, ya que en tiempos de sequía esta práctica desgasta y perjudica la capa vegetal, por lo que el arrastre genera perjuicios sobre el suelo. (Reportaje: Tipos de suelo y sus posibles correcciones) “Actualmente se le está apostando a una labranza mínima y así no afectar la tierra”, reveló. Escuche las declaraciones de Capacho Mogollón
2. Cuidado de los bosques Capacho Mogollón también indicó que la protección de los bosques es fundamental en aras de conservar los terrenos, pues actúa como esponja, lo que lo convierte en el componente más importante de los denominados ‘colchones hídricos’. Por esta razón, en la medida que estos ecosistemas tengan suficiente agua, el suelo podrá ser mejor manejado. 3. Pastoreo racional Michael Rúa Franco, zootecnista de la Universidad de Antioquia y especialista en Nutrición Animal de la U.D.C.A, sostuvo que un buen mecanismo para evitar el sobrepastoreo es la cerca eléctrica, artículo que permite concentrar la mayor cantidad de carga animal posible en un espacio diseñado para que los ejemplares no pasen más de un día en el potrero. Es decir, la oferta de pasto no debe ser superior a 24 horas. (Lea: La importancia de la relación suelo-planta-animal en la ganadería) 4. No usar venenos Al aplicar el pastoreo racional, en el potrero hay una mejor distribución de las heces, por lo que ayuda a que los terrenos no necesiten la aplicación de químicos, fertilizantes o venenos. “Es un suelo que tiene vida porque los microorganismos que viven allí no fueron envenenados, intoxicados o sometidos a la radiación solar directa. Además, ayudan a descomponer los excrementos y los convierten en materia orgánica disponible para que las plantas tomen nutrientes de allí”, expuso Rúa Franco. Al no usar químicos y tener la tierra viva, ese territorio es capaz de capturar el óxido nitroso y metano, permitiendo que el suelo sea un controlador activo de los gases contaminantes de la atmosfera, siempre y cuando las fracciones de la materia orgánica sean crecientes. 5. No deforestar El experto agregó que la actividad ganadera no debe generar deforestación sobre el suelo y al contrario debe adelantar actividades que permitan reforestar aquellas zonas degradadas por la presencia de bovinos. Recomendó la siembra de árboles de forma permanente, pues lo ideal sería que por cada hectárea haya hasta 400 especies en los potreros. (Reportaje: Los suelos están en peligro, pero la degradación puede revertirse)