El periodo de transición no dura más de 45 días pero representa el tiempo durante el cual se garantiza el nacimiento de una cría saludable, una lactancia exitosa y la posibilidad de que la novilla se vuelva a preñar. María Alexandra Torres Artuluaga, médica veterinaria, con doctorado en zootecnia y gerente técnico y marketing en el laboratorio MSD salud animal, explicó que el periodo de transición de las vacas comienza 3 semanas antes del parto y se extiende 3 más después de tener la cría. Representa un periodo importante, según la experta en el tema, por los cambios metabólicos y fisiológicos a los que se somete el animal en corto tiempo, al estar seca, luego parir y comenzar un periodo de lactancia. Escuche a Torres Artuluaga habla sobre el periodo de transición
Con base en ello reflexionó sobre la realidad de la ganadería nacional que muestra en muchos casos desconocimiento sobre este periodo de 42 días que vive la vaca y de las consecuencias que contrae no darle un manejo adecuado. “Es un periodo estresante hasta el día del parto y después se tiene un cambio metabólico y hormonal. El tiempo de ajuste es muy corto y complejo; se necesita un manejo adecuado”, apuntó. El talón de Aquiles del periodo de transición de la vaca, expuso, es que se deprime el consumo de alimento cuando más lo requiere el animal. Cumplir con la alta exigencia de proporcionar comida de calidad y agua en abundancia, dependerá entonces de sus cuidadores. La fórmula del buen manejo incluye brindar confort, condiciones medio ambientales sin altas temperaturas y una dieta balanceada durante las 3 semanas antes del parto, puesto que además la vaca atraviesa por niveles altos de cortisol que la mantienen estresada. “El agua es importante porque estimula el consumo de alimento y como está deprimido, después del parto podría bajar rápidamente su corporalidad”, recalcó Torres Artuluaga. (Lea: 5 estrategias para evitar que las vacas coman gratis) Leonardo Sánchez, médico veterinario, con maestría en producción animal y doctorado en nutrición, explicó que el consumo de alimentos se deprime por el avanzado periodo de gestación de la vaca, especialmente en el último tercio, por lo que siempre ocurrirá en vacas secas y preñadas a punto de parir. De esta forma, Torres Artuluaga apuntó que los animales sin manejo adecuado en el periodo transicional “llegan maltratados al parto”, muchas veces porque no se le da la importancia que merecen los 21 días previos y por supuesto los 21 posteriores al nacimiento de la cría. Felipe Aristizábal, médico veterinario, zootecnista y especialista en producción de leche, indicó que la nutrición balanceada es la base del éxito que pueda tener una finca lechera en el periodo de transición, pese a que por tradición se ha creído que una vaca seca es improductiva y no se tiene en cuenta “el tiempo de adaptación, cuando de un correcto secado dependerá que haya lactancia”. Por ello, en predios con desconocimiento en el periodo de transición no se valoran los 21 días antes de parto y además se da la peor comida a la vaca, para esperar a que tenga la cría y en ese momento mejorar la dieta nutricional, lo que es un error. “Las vacas preñadas deberían comer igual o mejor que las vacas empezado lactancia”, enfatizó Aristizábal. (Lea: Así son las vacas Ayrshire por Hosltein que producen 45 litros de leche) Es así como durante 42 días se define el futuro productivo y reproductivo de las vacas lecheras.