Los fertilizantes o abonos son cualquier material orgánica o inorgánica natural o sintética que suministra a las plantas uno o más elementos necesarios para su normal crecimiento o desarrollo. Su aplicación en los pastos genera muchas inquietudes, que hay que resolver para no caer en el error y perder la inversión monetaria.
¿Qué materiales o equipos se necesita para aplicar los fertilizantes en pastos?
En un manual elaborado por el SENA, se expone que estos materiales varían dependiendo del tipo de fertilizantes que se va a aplicar, así como si es líquido o sólido. También depende de la cantidad a aplicar y de la forma en cómo se debe aplicar al suelo.
¿En qué época se deben aplicar los abonos o fertilizantes?
Estos deben suministrarse a las plantas en el momento que estas más lo necesiten, pues de lo contrario se estaría tirando el fertilizante al suelo sin respuestas favorables. (Lea: Fertilizantes, energía y su impacto en la producción de alimentos)
Los pastos deben fertilizarse después de cada corte o pastoreo, según las condiciones del suelo. Hay pastos que solo requieren de dos fertilizantes por año, con fertilizante compuesto y de dos cuartos con nitrógeno. Por lo que, de todas las formas, es conveniente hacer un análisis de fertilidad del suelo para determinar cuántas fertilizaciones deben hacerse.
Para los pastos de corte deben hacerse aplicaciones de nitrógeno preferiblemente después de cada corte a razón de 100 kilos de nitrógeno por hectárea.
¿Cuánta cantidad de fertilizante debe aplicarse?
De acuerdo al manual del SENA, “la cantidad y grado de fertilizante que se va a aplicar depende del análisis de la fertilidad del suelo”.
¿En qué forma debe aplicarse el fertilizante?
Estos deben aplicarse de muchas maneras según el tipo de cultivo y la clase de fertilizante. Sin embargo, en pastos las formas más usadas son al voleo, en surcos, bajo tierra o por aspersión. (Lea: Así se clasifican los diferentes tipos de fertilizantes)
La primera consiste en regar sobre la superficie o sobre el pasto, si es pradera, un fertilizante sólido. Normalmente se hace con la mano.
La segunda forma es en surcos que se usa para los pastos de corte o cultivos de maíz o sorgo, destinados al consumo del ganado. Esta opción tiene dos maneras de hacerlo, en surco sencillo o en surco doble.
La tercera manera es bajo tierra, que es empleada en el momento de la siembra, colocando el fertilizante en el fondo de los surcos para luego cubrirlos con una capa de tierra o entre los surcos de siembra.