Juan Carlos Durán ganadero de Casanare quien hace inseminación artificial hace 5 años dijo a CONtexto ganadero que la inseminación artificial tiene múltiples ventajas, y que aunque aún hay ganaderos escépticos, vale la pena apostarle a este tipo de producción.
1. El avance genético
El avance genético es fundamental en la mejora de los rebaños y en la producción de animales con características deseables. Según Durán “La IA permite conservar el material genético de los mejores toros del mundo en un mismo termo de criopreservación.” Esto significa que se puede utilizar el semen de estos toros de élite en diferentes áreas geográficas, lo que facilita la introducción de genes superiores en diferentes poblaciones de ganado. Al poder acceder a una amplia variedad de genes de alta calidad, se pueden obtener animales con mejores características productivas, como mayor rendimiento de carne, mejor conformación, mayor resistencia a enfermedades y mejor calidad de la carne.
Además, la IA permite reducir el uso de sementales. Al utilizar el semen de toros de élite, se puede prescindir del uso directo de sementales de alto valor genético en la explotación ganadera. Esto tiene beneficios tanto económicos como sanitarios. En términos económicos, los costos asociados al mantenimiento y alimentación de un semental se reducen considerablemente. Además, al disminuir el contacto entre animales, se minimiza el riesgo de enfermedades transmitidas por sementales, lo que contribuye a mejorar la bioseguridad de la explotación ganadera.
2. Aumento de la eficiencia reproductiva
Otra ventaja de la IA es la implementación de protocolos que utilizan dispositivos de progesterona y eCG (gonadotropina coriónica equina). Estos protocolos permiten inseminar un mayor número de animales en un menor tiempo. Además, la IA ofrece la posibilidad de inseminar vacas amamantando, vacas en anestro y vacas de baja condición corporal. “Esto resulta en un aumento de la eficiencia reproductiva del ganado, ya que se maximiza el número de animales que pueden ser inseminados y se superan barreras reproductivas que podrían dificultar la reproducción natural.”
Además, al reducir los días abiertos (el período entre el parto y la concepción nuevamente), se logra una mayor eficiencia reproductiva y un mayor número de crías por año. Esto se traduce en una mayor producción de carne y en una mejora en la rentabilidad del ganado cárnico.
Otra ventaja significativa de la IA es que evita el proceso de espera de la detección de celos en las hembras. La detección precisa de los celos puede resultar complicada y requiere una observación constante de los animales. Con la IA, se puede programar la inseminación en el momento adecuado, sin depender de la manifestación visual de los celos. Esto reduce el estrés para los animales y minimiza los riesgos de pérdidas reproductivas debido a la falta de detección de celos.
3. Beneficios para el animal
Además de las ventajas mencionadas, la inseminación artificial también ofrece otras ventajas prácticas. Por ejemplo, es un procedimiento no invasivo y seguro tanto para el toro como para la vaca, lo que minimiza el riesgo de lesiones y enfermedades asociadas a la reproducción natural, como el contagio de enfermedades venéreas. También es un método que permite la selección precisa de los toros que se utilizarán para la reproducción, lo que ayuda a mejorar las características deseadas en el ganado y a evitar la transmisión de enfermedades hereditarias no deseadas.