Un análisis realizado por Fedegán asegura que los cambios climáticos, la liquidación del sector y la venta de animales a Venezuela y el Líbano le están pasando la cuenta de cobro al inventario ganadero.
A raíz de las fuertes problemáticas de mercado registradas desde 2009, que terminaron llevando el ciclo ganadero a un periodo de liquidación, el tamaño del hato bovino en 2013 se acercó a 22,4 millones de cabezas, cifra que representó una disminución de 1, 2 % respecto al inventario del año inmediatamente anterior.
De acuerdo con el análisis del inventario ganadero colombiano para el año 2013, realizado por las subgerencias de Sanidad y Bienestar Animal, y de Cadenas Productivas, junto a las oficinas de Planeación e Investigaciones Económicas de Fedegán, la baja en términos absolutos fue de 267 mil 133 bovinos. (Lea: Hato ganadero de Colombia disminuyó 1,7% en los 2 últimos años)
“Diferentes factores, de mercado y de orden natural, han jugado un papel relevante para que el hato colombiano haya tenido una ligera contracción en los últimos años: los efectos de los fenómenos climáticos de El Niño y La Niña; la fase de liquidación por la que atravesó el sector en los últimos años; y la presión del mercado venezolano por carne que provocó el aumento del sacrificio y la salida de bovinos en pie del país”, señala el informe.
Pero aunque el inventario ganadero sigue satisfaciendo el consumo interno y generando excedentes para la exportación, manteniendo a raya las entradas de carne y productos cárnicos de mercados externos que por fortuna aun resultan menos competitivos que los domésticos, ¿qué afectaciones tiene para el país esta disminución?
Oscar Cubillos, coordinador de la Oficina de Planeación de Fedegán, explicó que por la salida de animales en pie, no solo para Venezuela sino para el Líbano, hoy en día hacen falta más semovientes en Colombia. (Lea: Venta intensiva de vientres pone en riesgo el hato ganadero)
“Si se hubiera enviado carne a estos países, se hubiera tenido mayor rentabilidad. Seguro, con esta práctica, no se hubiera disminuido el hato colombiano”, acotó el funcionario del gremio bovino.
Además, el coordinador de la Oficina de Planeación aseveró que si en Colombia no se empiezan a reponer las reses, es decir, a nacer más animales, “nos empezaremos a comer los que hay: es decir, entrarán las hembras al sacrificio”, culminó.