El engorde de bovino es un negocio rentable, pero si no se maneja adecuadamente puede resultar en pérdidas significativas. Entre los factores más críticos que se deben considerar al iniciar un negocio de engorde se encuentran tres ‘pecados capitales’ que los ganaderos deben evitar a toda costa. (Lea en CONtexto ganadero: Contratos al partir, una forma de invertir sus animales para obtener utilidades)
Los contratos al partir en ganadería exigen que una persona entregue su tierra o ganado a otra persona que la trabaja o cría los animales para que produzcan. En este modelo de negocio, los resultados son repartidos entre los negociantes.
Roberto Salazar, experto y consultor en ganadería, explica que existen tres pecados capitales cuando se tiene un negocio de engorde al partir:
1. No asegurarse de que la persona con la que se hace el negocio es el dueño de la finca: En muchas zonas, la informalidad en la tenencia de tierras es un problema que afecta a los productores, ya sea por la falta de títulos de propiedad, problemas legales no resueltos o disputas territoriales.
No asegurar de que la persona con la que se está negociando es el legítimo propietario de la finca puede traer una serie de complicaciones, desde la pérdida del acceso a la tierra hasta litigios legales prolongados.
De acuerdo con Salazar, “nada peor que aparezca alguien con la documentación correcta y diga que ser el dueño de la finca, por lo que todo lo que hay adentro también le pertenece, incluyendo los animales con los que se está haciendo negocio”.
2. No conocer la finca en época seca y en época de invierno: En el negocio del engorde de bovinos, el manejo adecuado de los recursos naturales es fundamental para asegurar de manera significativa la disponibilidad de forraje, agua y las condiciones del terreno.
Iniciar un negocio sin conocer cómo se comporta la finca en diferentes épocas del año puede derivar en una falta de preparación para afrontar los retos climáticos.
Según Salazar, “si se acaba el agua en 12 horas se tiene una emergencia en 24 horas y esto puede ser una tragedia en el negocio”.
3. No asegurarse de que la zona no sea famosa por abigeato: El abigeato es un problema persistente en muchas zonas, y su impacto en los ganaderos puede ser devastador. Por lo que, no investigar sobre la seguridad de la zona antes de iniciar un negocio de engorde de bovinos es el tercer pecado capital.
Si bien el robo de ganado es un riesgo presente en cualquier operación ganadera, existen áreas que son más propensa a este tipo de flagelos, lo que hace imprescindible realizar una evaluación de los riesgos de seguridad antes de instalarse en una región.
En palabras de Salazar, “si la zona es famosa por robo de ganado, el sueño de tener un buen negocio se va a convertir en una pesadilla”. (Lea en CONtexto ganadero: Claves para el éxito en la engorda de bovinos)