Las cojeras son un padecimiento que se da con mucha frecuencia en algún tipo de vacas. Existen expertos que aseguran que los animales luego del parto son más propensos a presentar problemas podales. Conozca por qué.

Mateo Giraldo González, administrador de empresas ganaderas, médico veterinario zootecnista especialista de Virbac Colombia, indica que uno de los factores que puede desencadenar este tipo de alteraciones es el periodo de post parto y durante la lactación, lo cual genera problemas para la rentabilidad de la ganadería.

“Normalmente las vacas cojas se presentan en los primeros 30 días después del parto”, expone Giraldo González quien en una charla con TVGAN explica que de acuerdo a algunos estudios se determinó que el 40% de los animales sufría de cojera en el periodo mencionado anteriormente. (Lea: 5 aspectos que usted puede que desconozca de las cojeras)

¿Por qué ocurre esto?

Según el profesional existen cuatro factores que explican el por qué las vacas paridas son las que tienden a presentar problemas podales:

Metabolismo: “Recordemos que estas vacas vienen de un periodo de transición en el que están consumiendo pasto verde, hay muy poco suministro de sal así como de concentrado. En muchos casos estas apenas están empezando a hacer su pico de consumo de concentrado”, asegura Giraldo González. Ese trastorno y cambio metabólico puede desencadenar las cojeras. (Lea: ¿Sabe cuánto le cuestan las cojeras a su ganadería?)  

Inmunidad: El experto menciona que hay que tener claro que una vaca cuando tiene un parto puede ser propensa a un periodo de estrés, “entonces la inmunidad de esa vaca va a estar disminuida y favorece la aparición de este tipo de bacterias que causan cojeras”, expone Giraldo González.

Cambios ambientales y nutricionales: De acuerdo con el profesional, la incidencia se da principalmente por los cambios ambientales, debido a que “es una vaca que tenemos en periodos de descanso que lleva dos meses fuera el hato de producción. En muchos de las ganaderías colombianas manejamos el lote aparte donde está se encuentra lejos de la rutina de ordeño, entonces todos estos cambios ambientales y de grupos puede favorecer las cojeras”.

Esto quiere decir que es el periodo de lactancia y después del parto de la vaca en el que los dueños de las explotaciones ganaderas deben tener más cuidado debido a que existen muchos factores de riesgo que pueden generar dificultades para sus animales.

Este es el momento perfecto en el cual el productor debe limpiar las zonas en las cuales suele habitar el animal, de tal forma que no tenga posibilidad para presentar cojeras. Todo esto con la intención que el bovino no deje de ser rentable, la producción se mantenga y no se gaste mucho dinero en los tratamientos que implica un problema podal en los ganados. (Lea: Recuerde que las cojeras no deben tratarse como patología secundaria)