El reconocido experto Arturo Gil Pedraza, MSc en Química y PhD en Filosofía, destacó la importancia de nutrientes como fósforo y nitrógeno en la alimentación de la vaca, e hizo recomendaciones sobre una dieta balanceada para varias etapas, incluyendo el anestro.   Luego de desempeñarse en numerosas entidades y en diferentes campos, actualmente Gil se dedica a la “generación y montaje de proyectos ganaderos de alta eficiencia, calidad de carne y sostenibilidad, en territorios improductivos y suelos estériles, mediante técnicas e insumos originales”, como él mismo lo dice.    Para el experto, uno de los problemas más graves y que necesitan mayor atención es la adecuada nutrición del ganado bovino, para evitar problemas como anestros prolongados o caídas en producción. (Lea: Conozca algunos de los alimentos más económicos para su ganado)   “En el país tenemos unos subproductos de industrias que están bien cimentadas, como el glicerol. Por ejemplo, lo usamos en mezcla de otras fuentes como nitrógeno y fósforo, elementos indispensables para producir leche, por el fosfato bicálcico que tiene”, indicó.   El fosfato bicálcico se utiliza como materia prima para el aporte de fósforo en la fabricación de concentrados y correctores de nutrición animal. De acuerdo con Gil, es un compuesto esencial para la formación de los huesos de los terneros.   “Pero cuando nos fijamos solamente en eso, se cae la grasa de la leche, entonces se debe poner grasa sobrepasante que se puede mezclar con 2 kg al día de un material que contenga almidón”, precisó. (Lea: Usted puede elaborar su propia fórmula con base en materias primas)   De esta manera, se puede apelar a cultivos como yuca (que según el científico puede ser seca o molida), papa deshidratada, las harinas. Señaló que se pueden elaborar mezcladores que funcionen con la radiación solar para eliminar la humedad de estas materias.    “Aquí, la yuca y la pica de arroz son materias muy abundantes y supremamente baratas, que son mejores para el bolsillo que los concentrados, que son muy costosos y no dan para la producción, porque si vale más de lo que pagan por un litro de leche y no da resultado, estoy perdiendo”, dijo.   De otro lado, Gil reiteró la importancia de producir el forraje y de conservarlo en heno bajo el sol (un método económico) o con ensilajes, aunque lamentó que los ganaderos no se capaciten más sobre el tema.   “El problema es que no hay suficiente espacio en las fincas de la sabana de Bogotá, para sembrar pasto y cortarlo para hacer heno o silo”, sostuvo. (Reportaje: Los alimentos más extraños que usted puede ofrecer a su ganado)   Por este motivo, recomendó apelar a las zonas de ladera y aprender a utilizar la inclinación para no causar más erosión: “Esas tierras se podrían usar para producir pastos de corte y tener vacas semiestabuladas en la parte baja de esas fincas lecheras, mucho mejor alimentadas y con mejor productividad”.