Las ganaderías de ceba se preparan meticulosamente para enfrentar los desafíos que la temporada seca presenta. La gestión adecuada de los recursos y el manejo de los animales son factores cruciales para el éxito de estas operaciones.
En este artículo se examina algunas recomendaciones importantes para los ganaderos que desean tomar decisiones informadas sobre el descarte de animales durante la temporada de sequía, de acuerdo la entrevista ofrecida a CONtexto ganadero por el zootecnista y ganadero Héctor de La Rosa. (Lea en CONtexto ganadero: Alimentación estratégica, clave para el ganado de ceba )
1. Descartar animales con problemas sanitarios
Uno de los principios básicos en la gestión de una ganadería de ceba es mantener la salud del hato. “Durante la época de sequía, los problemas sanitarios pueden agravarse debido a la falta de forraje de calidad y agua suficiente. Por lo tanto, es esencial identificar y descartar animales con problemas de salud, como cuartos perdidos, mastitis, cojeras y otros trastornos”, señala De La Rosa. Estos animales no solo son menos productivos, sino que también pueden contagiar a otros miembros del hato, lo que puede tener un impacto devastador en la ganadería en su conjunto.
2. Descartar hembras con amplios intervalos entre partos
La reproducción eficiente es un factor clave en la rentabilidad de una ganadería de ceba. “Las hembras que presentan intervalos largos entre partos son menos productivas y representan una carga adicional durante la temporada de sequía, ya que requieren recursos adicionales para mantenerse en buen estado de salud y continuar creciendo”, explica el zootecnista. Por lo tanto, se recomienda descartar aquellas hembras que no cumplan con los intervalos de parto esperados.
3. Descartar animales cuyo promedio esté por debajo del 25% de la producción promedio del hato
La producción de carne es el objetivo principal de una ganadería de ceba, y es esencial mantener una alta eficiencia en la conversión de alimento en carne. “Para lograrlo, es importante identificar y descartar animales que no estén rindiendo al nivel esperado” señala de La Rosa, y asegura que un criterio útil es mantener únicamente a aquellos animales cuyo rendimiento esté por encima del 25% de la producción promedio del hato. Esto garantiza que solo los mejores ejemplares se mantengan en la ganadería.
4. Calcular las necesidades de forraje
Antes de tomar cualquier decisión de descarte, es crucial calcular las necesidades de forraje del hato en función de su tamaño y las características de los animales. De acuerdo con De La Rosa, los animales consumen diferentes cantidades de forraje en relación con su peso vivo, dependiendo de su orientación productiva. Para producción de leche, doble propósito y cría, se recomienda asignar el 8% del peso vivo a la alimentación, mientras que para levante y ceba, esta cifra es del 6%. Estos cálculos proporcionan una base sólida para tomar decisiones sobre qué animales mantener y cuáles descartar.