Vanessa, en sus últimos años de colegio diseñó “El carro del futuro”, un vehículo a escala del tamaño de un carro de juguete que, por lo mismo, no requiere mucha energía para desplazarse, pero permite demostrar que a través de ciertos principios biológicos, que el agua puede hacer parte de reacciones químicas para la obtención de energía.